Capítulo 03

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Me levanté de mi cama tranquilamente, hoy será un día largo, así que debo empezar con buenos ánimos, así este día se horrible

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Me levanté de mi cama tranquilamente, hoy será un día largo, así que debo empezar con buenos ánimos, así este día se horrible.

- Buenos días mundo! - grite para bañarme, usualmente los empleados lo harían, pero hoy yo quería hacerlo sola.

Al terminar me tope con ropa ya elegida en mi cama, era un vestido muy elegante y unas zapatillas, no me gustó la ropa elegida, así que busque el vestido con el que me desterraron, y mis botas cafés.

Las chicas de servicio tocaron la puerta y yo les di el pase.

Al hacerlo me agarraron y me empezaron a peinar.

- Como le gustaría peinarse hoy señorita? -

- Como ustedes gusten, confío en ustedes! - les dije sonriendoles, haciéndolas sonrojar, acaso hace tanto calor para que se sonrojen?

Las chicas me empezaron a peinar mi gran cabello.

Ellas al parecer optaron por agarrar todo mi cabello y hacerlo en rueda, dejando unos cabellos en mi cara, me veía muy bien.

- Me gusta mucho, gracias! - dije para pararme y caminar en dirección a la salida, en donde mis padres me esperaban, para despedirse.

Mis maletas ya estaban arriba del carruaje, las cuales no eran muchas.

Mi mamá y mi padre estaban juntos, ambos sonreían, pero parecían tristes.

Todos los empleados también estaban ahí.

Yo me dirigí con mi papás y los abracé.

- Se que no pasamos mucho tiempo juntos, pero los voy a extrañar mucho - dije abrazándolos.

- Nosotros también te extrañaremos, hija - dijo mi mamá la cual tenía pequeñas lágrimas en sus ojos.

- No se pongan tristes, podré venir a visitarlos en días de descanso y vacaciones - dije sonriendoles a ambos.

- Lo sabemos, es solo que, no pasamos mucho tiempo juntos y apenas te encontramos hace 15 días, es muy pronto para que te vayas - dijo mi mamá empezando a llorar, siendo consolada por mi padre.

- Mamá - dije acercándome y abrazándola - prometo escribirles cartas y hacer lo posible para verlos seguido, lo prometo - dije en el abrazo, el cual se sentía más cálido que la primera vez que ambas nos abrazamos.

-Hija, ya debes irte - dijo mi padre haciendo que me separé de mi mamá y asienta para dirigirme al carruaje - antes de que te vayas, cuidate mucho hija, y no te metas en problemas, en esa escuela solo hay hijos de duques o ministros o demás gente importante -

- No me meteré en problemas padre, lo prometo - dije subiendo al carruaje, para iniciar mi viaje hacia mi escuela.

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UNA VILLANA SIN MEMORIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora