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✸ ¡ capítulo ocho ! ✸
Después de aquello, ambos jóvenes decidieron salir de paseo a uno de los parques que quedaba cerca del departamento dónde residían. SuNoo fue quien sugirió ello cuando el híbrido despertó de una de sus múltiples siestas —debido a que, dormía la mayor parte del día y el mayor solo podía atribuir eso a su crecimiento.
—¿Te gustaría salir a alguna parte, bebé? —cuestionó insertando sus dedos entre las hebras rubias del más joven.
Ni-Ki talló sus ojitos bostezando adormilado y apoyó su cabecita en el hombro de SuNoo.
Puesto que, él veía televisión cuando en lo que chico apareció en la sala medio dormido y el castaño tuvo que ir hacia él para llevarlo al sofá, ya que estaba tan dormido que lo único que hizo fue murmurar un «Sunnie» para después cerrar sus pesados ojos y tambalearse en el aire.
—Me voy a morir si sigues siendo así de lindo.
Riki abrió sus ojitos de golpe y se separó para observarlo directamente.
—¿Debo dejar de ser lindo o hyungie se irá al cielito?
SuNoo soltó una risita.
—Orejitas, lo decía jugando, no pasa nada.
Ni-Ki frunció el ceño.
—¡No juegue con eso!
Pasó sus manos por la cintura del menor por encima de la ropa, acercándolo más a su anatomía. Por último, apoyó su rostro en el hombro del contrario.
—Entonces, ¿qué dices? ¿quieres salir con tu lindo novio? —habló contra su cuello y el menor soltó una risilla.
—Síp —sonrió, sin embargo, después mordió su labio, formando dos puños con sus manitos—. P-Pero, ¿no le molesta salir conmigo y mis orejitas y mi colita?
SuNoo se separó de él aún sonriente.
—Nop, sabes que amo tus orejitas y por eso te digo orejitas —lo observó fijamente— y en cuanto a tu cola...
SuNoo sonrió mordiendo su labio y dió un suave jalón en esta, provocando que el menor saltara.
—¡N-No haga eso! —Ni-Ki estaba completamente rojo y cubrió con sus manos su rostro—. E-Es r-raro.
—Awww, hice que te sonrojaras.
—Hyungie, siempre haces que me sonroje y me sienta bonito —sonrió muy avergonzado, bajando su rostro.
SuNoo aprovechó y tomó su barbilla, para acercarlo y besar sus labios.
—Lin-do.
Ambos se quedaron en su burbujita un rato, abrazados el uno al otro apoyando sus cabezas en los hombros ajenos.
