𝐍𝐨𝐭 𝐀 𝐂𝐨𝐬𝐭𝐮𝐦𝐞 | ˢᵒᵒʲᵘⁿ

𝐍𝐨𝐭 𝐀 𝐂𝐨𝐬𝐭𝐮𝐦𝐞

La música resonaba por la playa, personas en disfraces celebrando Halloween, alcohol y demás cosas por el lugar y Yeonjun ya estaba algo abrumado.

Era de madrugada pero el azúcar y el alcohol en su sistema no lo dejaban cerrar los ojos al igual que la música a todo volumen y el ruido. Se levantó del asiento de la barra y caminó por la orilla de la playa dejando que la arena en sus pies le hiciera cosquillas y que de vez en cuando el agua llegara a sus pies sumergiendo su mente en tranquilidad.

Después de un minutos su disfraz comenzó a molestarle un poco, se había disfrazado de un demonio, un traje tan típico de usar pero que le quedaba muy bien. El accesorio para su cabeza que dejó en el asiento del mini bar tenía dos cuernos pequeños de un rojo oscuro, un crop top negro que se pegaba a su pecho dejando un poco a la vista sus la forma de sus pezones, el pequeño short rojo en sus bonitas y largas piernas era todo un deleite a la vista, sumado a los calcetines de red algo rotos era todo un lujo el solo poder ver a alguien con tan bonito cuerpo. Unas botas que se había quitado era lo último que había que contar.

Cuando estuvo más alejado de la gran fiesta se sentó sobre uno de los camastros de la playa, donde tenía una vista hermosa del mar que brillaba bajo la luz de la bella luna esa noche. El sonido de las olas con algunos cantos de aves era todo lo que Yeonjun necesitaba para sentirse mejor.

Delante de él había algunas rocas sumergidas en el agua dejando ver solo la parte de arriba de ellas, volteó a su izquierda y fue cuando lo pudo ver.

Algo con -al parecer- forma humana sentado en una de las rocas, Yeonjun se levantó y se acercó lentamente a donde estaba la misteriosa criatura. Cuando lo pudo ver mejor, en su campo de visión estaba un apuesto chico, cabello morado y por lo que parecía era alto.

Pero lo que más llamó su atención fueron los tentáculos que salían de su espalda.

Eran grandes y algo anchos, lo suficientemente largos como para ser por lo menos de la mitad de su cuerpo. Eran de un morado algo oscuro, pero se veían algo brillantes gracias a la luz que emitía la luna.

« ¡Que buen disfraz! » fue lo único que pudo pensar el rubio al ver como los tentáculos se movían un poco.

Una pequeña exclamación se escapó de sus rosados labios cuando uno se sumergió en el agua, siendo lo suficientemente alto como para que él chico lo escuchara.

El pelimorado se volteó rápidamente conectando su mirada con la de Yeonjun, el rubio casi siendo hipnotizado por el azul brillante de los ojos ajenos.

— ¡Lo lamento! ¡No fue mi intención asustarte! — gritó Yeonjun disculpándose por el ruido.

El extraño solo frunció la mirada y se bajó de la roca, cayendo al mar quedando escondido bajo el agua brillante.

Yeonjun quedó extrañado y sorprendido, ¿acaso el chico había huido, escondiéndose en el mar? Bastante raro.

Solo dio la vuelta y comenzó a caminar, la universidad había rentado algunas cabañas en la playa para que los estudiantes se quedarán a dormir en el lugar. Yeonjun caminó a la suya, la compartiría con Beomgyu pero el se había quedado en la fiesta con sus demás amigos y su novio.

Yeonjun se cambio a su pijama, que era un suéter grande y unos shorts que le quedaban poco más arriba de la rodilla.

Lavó su cara y fue directo a la cama, se acurrucó entre las frazadas y cerró los ojos. Pero no podía dormir, sentía una mirada sobre él.

Le daba escalofríos pero seguro era solo su imaginación, ¿no?

Después de todo nadie sería tan hijo de puta como para irse de la fiesta solo para asustarlo.