𝐇𝐘𝐁𝐑𝐈𝐃 𝐄𝐘𝐄𝐒 ━━━ 𝙏𝙀𝙀𝙉 𝙒𝙊𝙇𝙁

Capitulo 3

Sheridan

Mis pisadas hacían eco por todo el lugar. Estaba oscuro, pues ya eran pasadas de las 10 de la noche pero para mi mala suerte esta era la hora en la que me tocaba vigilar junto con los gemelos, los cuales fueron a comprar comida china para que no muriéramos de desnutrición.

Era complicado ver por aquí y más cuando tienes una máscara, que parece más un bozal, cubriendo toda la cara excepto los ojos.

El banco abandonado fue idea de mi padre, dice que nadie en su sano juicio entra aquí y nada atraerá a otros seres sobrenaturales ya que ocultamos nuestro olor, entonces optamos por ocultar a nuestros "invitados" aquí. Sinceramente, yo hubiera preferido un lugar con un poco más de iluminación, parece que estas en la Baticueva cuando entras.

Una vez que terminé de subir las escaleras, me dirigí a la bóveda donde podía escuchar los latidos de las dos personas ahí adentro. Con facilidad pude abrir la entrada de esta y ahí pude ver, amarrados en dos pilares distintos, a nuestros queridos invitados.

­— ¿Cómo están queridos huéspedes? ¿Quieren alguna bebida? — exclamé divertida, la situación no tenía nada de gracia pero nunca está de más ponerle algo de diversión a esto. El chico moreno me volteó a ver, fulminandome con la mirada en el proceso.

— ¿Es tu turno de vigilarnos como si fueramos perros en jaula? — preguntó Boyd con un claro tono de irritación en su voz.

— Claro que no ¿Por qué se dicen de esa manera tan atroz? — respondí poniendo una mano en mi pecho haciendo un movimiento de dramatismo — Son lobos, querido, no perros. Aunque quitando eso, si están en un tipo de jaula y si, vine a vigilarlos para que no nos quedemos sin nuestros espectáculos de circo — esta vez me voltee a ver a la chica a su lado, la cual no me había volteado a ver desde que entre, bueno, tampoco es que pudiera ver mucho por la luz que hay dentro, osea casi nada.

— Parece que a alguien le comió la lengua el ratón — Aunque no crean, eso si era posible aquí, hay cientos de ratas en cualquier esquina de este lugar — ¿Hablarás o tendrán que soportarme hasta que lleguen las copias? — le pregunté mirándola detenidamente, entonces se volteó y me miro fijamente a los ojos, los cuales tenían pupilentes de color azul.

"Ha cambiado demasiado, pero podría reconocerla en cualquier lugar, en cualquier edad" — pensé

— La única perra aquí eres tú, obedeces todas las órdenes que tu líder te da, estás muy bien entrenada ¿no es así? — respondió Cora, la misma niña a la que había visto crecer por 11 años, esa misma estaba ahí, encadenada de manos a un pilar.

— Bueno, pero si estaban equivocados si decían que perro que ladra no muerde ¿esa es una total mentira no? — dije, estaba acostumbrada a que dijeran ese tipo de comentarios.

— Lo dice la que tiene una máscara que le cubre toda la cara, tal vez tu si muerdes y te ponen eso para que no nos contagies la rabia — dijo contraatacando