SUGAR DADDY |Obito Uchiha|

CAPÍTULO 7

CAPÍTULO 7: DECISIÓN

Sakura es bonita, tanto que duele verla. Es una belleza llamativa, de esas que no puedes evitar ver de reojo al pasar a su lado. Me siento incómoda frente a ella, no sé si sea por su atractivo o porque me mira con un ligero reproche lleno de frialdad, como si hubiera hecho algo malo. Cualquier cosa que haya sido obviamente tiene que ver con Uzumaki Naruto.

—Hola, Hana—me saluda con tranquilidad, sus ojos verdes me analizan—. ¿Cómo has estado?

Le sonrío sin verdadero ánimo, no queriendo ser maleducada. No es un buen día para encontrarla frente a frente. No es que me desagrade, simplemente no somos compatibles y quizás nunca lo seamos. No estamos en la misma sintonía.

—Bien, ¿y tú?

—Bien.

Un silencio incómodo se forma mientras nos miramos fijamente. A mí lado, Sayuri carraspea para atraer nuestras miradas, sintiendo el ambiente pesado.

—Hana, recuerda que debemos darnos prisa y entregar los libros en biblioteca—me recuerda, señalando el pasillo con la cabeza.

Asiento, sabiendo que es solo se trata de una excusa para huir.

—Nos vemos luego, Sakura. —Le sonrío y me despido con un movimiento de cabeza.

—Nos vemos, Hana—se despide de vuelta con una sonrisa, que a mí parecer es tan falsa como la mía.

Mi mejor amiga y yo nos encontramos caminando nuevamente. Suspiro llena de alivio por alejarme de esa situación tan incómoda.

—Creo que Sakura quería decirte algo—dice mi amiga de repente, pensativa.
La observo de reojo, rememorando lo de hace unos minutos. No me pareció así, solo fue una casualidad inevitable e incómoda encontrarnos justo al salir de clases.

—¿Tú crees?

Llegamos a las puertas de la biblioteca y empujamos, adentrándonos. A pesar de que nuestra verdadera dirección era la cafetería, teníamos que disimular que de verdad necesitábamos venir hasta aquí por si acaso a Sakura se le ocurría confirmar dicha información.

—Pues, así me pareció—contestó, encogiéndose de hombros. Luego, pareció ocurrírsele algo—. Oye, Hana, ¿y si fue ella quien te bloqueó?

La pregunta me toma por sorpresa, tanto que me detengo para mirarla.

—Digo, es muy extraño que Naruto te haya bloqueado tan de repente, ¿no crees? No lo conozco tanto como tú, pero no da la impresión de ser alguien así. —Continua, suspirando—. No es un secreto que a ella no le agrada la amistad que ustedes dos tienen, así que no está mal considerar que haya sido la culpable o que incluso lo haya obligado. Hay novias muy tóxicas.

Me muerdo el labio inferior, pensándolo. Sinceramente no se me había ocurrido eso, pero es una posibilidad. Quizás él lo notó y por eso quería hablar conmigo cuando llegué, tal vez me iba a explicar. Ahora me siento un poco arrepentida de no querer hablarle.

—Yo… Puede ser—murmuro, sin saber qué más decir—. Hablaré con él cuando me sienta preparada. Primero debo poner en orden mis pensamientos.

Mi compañera simplemente asiente, con una sonrisa llena de ánimos hacia a mí.

—Por cierto, ¿qué harás el domingo?

Pienso en la respuesta mientras tomamos asiento. No recuerdo tener nada en mi agenda mental, así que probablemente no haga nada más que estar en mi habitación.

—Nada, ¿por qué?—La miro con curiosidad, dejando mi bolso sobre la mesa.

—El jefe de mi papá hará una reunión y nos ha invitado. —Suspira audiblemente—. No quiero estar sola y rodeada de viejos aburridos, ¿qué tal si vienes conmigo? No es nada elegante.