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❝ No se abre el paracaidas y salto igual ❞

AC

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─¡Está lloviendo afuera, Kun! No sé dónde fue ¿qué tal si le pasa algo? ¡Voy a morir yo también! ─Exclamó Hendery sosteniendo su teléfono con fuerza─

─calmate Hendery ¿intentaste buscarla?

─No, sólo recorrí una cuadra y no la encontré, nunca salimos de aquí más que para ir a la empresa no sé dónde pueda estar.

─Está bien, iré a buscarla.

• • •

Cuando la lluvia comenzó a caer con más fuerza no le quedó de otra más que refugiarse en un árbol grande y frondoso y ya no servía de mucho, estaba empapada y su cabeza dolía de tanto llorar incluso estaba mareada.
Venus miró la nube gigante que parecía detenerse sobre ella y levitar mientras sus gotas se hacían más grandes pero no tan grandes como sus lágrimas.

─He conservado intacto tu paisaje pero no sé hasta dónde está intacto sin ti

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─He conservado intacto tu paisaje pero no sé hasta dónde está intacto sin ti.
Sin que tu me prometas que no habrá paisajes con niebla o playas sin arenas. Puedes venir a reclamarme lo que sea aunque ya no seas tu, aunque contigo traigas dolor y aunque seas otro rostro desde ese cielo hacia mi.

Había una maldita tormenta sobre ella pero a quien le importa.

─¿Y si hago lo mismo?

A lo lejos Venus observó una anciana, iba despacio sosteniendo su paraguas con dificultad a causa del viento que estaba algo fuerte y sus pasos eran cortos, como si no avanzara ni un centímetro. De todos modos poco a poco comenzó a acercarse, Venus notó que iba hacia ella. Y Si, ahora estaba frente a ella cubriendola con su paraguas, la anciana tenía una sonrisa dulce y sus ojos rasgados sólo emanaban amabilidad.

─¿Por qué no sigues con tu camino? Tienes mucho porqué vivir aún. ─Le dijo la anciana─

A Venus le pareció extraña aquella frase sin embargo no le dio tanta importancia.

─Si gracias, sólo esperaré a que la lluvia calme un poco y me iré. ─Le respondió Venus pero la señora negó─

─No va a calmar linda, debes irte ahora.

─¿Usted lo cree?

La anciana asintió y siguió su camino sosteniendo su paraguas con dificultad y caminando a pasos cortos y lentos.
Venus se levantó y también camino hacía la dirección contraria a la anciana y cuando estuvo a una distancia considerable de donde estaba sentada escuchó un sonido fuerte y estruendoso como una explosión, cuando se giró vio el árbol donde estaba sentada en llamas, había caído un rayo. La anciana tenía razón.

Venus a toda prisa se giró en la dirección donde iba la anciana para darle las gracias y corrió creyendo alcanzarla pero no estaba, recorrió quizás una cuadra pero no estaba y le parecía imposible porque la anciana caminaba lento.

¿Así eran lo milagros o era una falla en la matrix?

Quizás era Yuta aún cuidandola de sus estupideces o tal vez ya estaba alucinando.

Pero eso no quitaba el hecho de que casi muere.

Ahí se quedó en medio de la calle bajo la lluvia mirando hacia los lados con la esperanza de ver a la anciana pero no había nadie ¿quién en su sano juicio saldría con esta lluvia?

Cuando se giró para volver a tomar su camino se encontró con la camioneta de su mananger quien tocaba el claxon freneticamente.

─¿Mananger Kun?

─¡¿Eres o te haces?! Vamos sube, vas a enfermarte.

Venus corrió a la camioneta, Kun le colocó el cinturón de seguridad y arrancó de nuevo hacia la casa.

─Me quiero morir.

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𝑺𝒂𝒏𝒑𝒂𝒌𝒖 三白┆Johnny Suh ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora