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Capítulo 69

Capítulo 69. La Familia Real.

La familia real estaba realmente enloquecida por esta obra de Lu Wei'an, especialmente ahora que el hombre en el poder estaba al mando.

Miró los diversos artículos y fotografías del Starnet, su alegre interpretación de la relación entre Lu Wei'an y Wei Jiang, y destrozó media habitación con furia.

"¡Cómo se atreve! ¡Cómo se atreve!"

Skov siempre había pensado que tenía a estos hijos firmemente agarrados, y durante un tiempo las concesiones y muertes fraudulentas de Lu Wei'an habían profundizado su impresión.

Pero a medida que transcurrían los meses de disputas en la Estrella Capital, mientras el poder de Lu Wei'an brillaba y los golpeaba, se dio cuenta de que ninguno de los dos hijos estaba bajo su control.

Estaba resignado, pero ¿Qué sentido tiene la resignación?

Así que trató de lavarse el cerebro, diciéndose a sí mismo que Lu Wei'an, por muy incontrolable que fuera, seguía siendo su hijo, un hijo transformado, y que no había ninguna diferencia entre que Lu Wei'an se convirtiera en el próximo emperador y que varios otros hijos lo fueran.

Pero nunca esperó que Lu Wei'an hiciera semejante escena justo después de regresar a la Estrella Capital. Si esto era cierto, ¿estaba planeando abolir el sistema imperial por completo?

"¡Que, que venga! ¡Llámalo! Ven ahora".

Cuando escucharon la llamada, Wei Jiang y su grupo acababan de llegar a su residencia, o para ser más precisos, a la casa que Lu Wei'an había preparado hacía tiempo.

Aquella casa era exactamente como habían hablado en Estrella de la Mañana, y nada más llegar, les dio a los cuatro una gran sorpresa.

Wei Jiang, en particular, miraba la casita con una mirada de alegría que estaba a punto de ser colmada.

No pudo resistirse a abrazar a Lu Wei'an de inmediato, antes de besarlo fuertemente: "¡Xiao Bai! No puedo creer que te hayas acordado de todo eso".

Lu Wei'an sonrió y le devolvió el abrazo, pareciendo un poco orgulloso: "¡Claro que lo recuerdo, lo recuerdo todo de ti!".

Hong Yu siseó y estaba a punto de decir: " Mis ojos no ven", pero justo cuando las palabras llegaban a sus labios, llegó la persona que había arruinado el ambiente.

La persona que vino a entregar el mensaje miró a Lu Wei An, cuyo rostro se volvió frío al instante, y no pudo controlar su temblor, y su cara se volvió blanca: "Tercer, tercer príncipe..."

"Lo sé", dijo Lu Wei'an con una expresión débil, "dile a mi honorable padre que le debo un favor en vida que fue pagado cuando envió a alguien a asesinarme en aquel entonces y no conté con ello; y que la muerte fraudulenta posterior no se debió al desprecio por él, y aconséjale que no piense demasiado en ello. Ahora sólo somos el ciudadano ordinario A y el ciudadano ordinario B. Si quiere reunirse conmigo, por favor, siga las reglas para reunirse con la gente ordinaria; por supuesto, debido al linaje, no es imposible si quiere seguir el proceso de que una realeza invite a otra realeza a reunirse; yo no elijo".

Esas palabras hicieron que el mensajero sudara frío.

Lu Wei'an no le hizo pasar un mal rato ni le echó, sino que le dejó quedarse aquí hasta que descubriera cómo volver por sus propios medios.

Wei Jiang asomó la cabeza a un lado para mirarlo, justo a tiempo para ser sorprendido por Lu Wei'an: "¿Qué pasa? ¿Quieres que vaya?"

Wei Jiang sacudió la cabeza con decisión.