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Capítulo 82

Capítulo 82. "Nuestro hogar".

A diferencia del captador de vídeo del Nirvana, que siempre estaba enfocado, la cámara de Nirvana estaba lejos y no era tan buena para captar la batalla, por lo que cuando ésta cambiaba y la formación se desplazaba, los que veían la retransmisión se quedaban desconcertados sobre lo que ocurría.

Sólo más tarde, el aspecto del Nirvana, que era diferente al de los dos bandos presentes, llamó la atención de algunas personas que miraron y se dieron cuenta de que... ¿eh? ¿No habían visto antes esta nave estelar en algún lugar?

"Oye, mira esa nave estelar blanca y plateada, ¿crees que te resulta familiar?"

"¿Eh? ¿Dónde hay una nave estelar blanca y plateada?"

"Hablando de plata y blanco, me recuerda a la nave del amor de mis sueños, Nirvana, y me pregunto si alguna vez tendré la oportunidad de ver el verdadero Nirvana en mi vida..."

"Plateado y blanco... Nirvana... ¿eh? Ahora que lo dices, creo que esa nave plateada y blanca se parece al Nirvana".

"Estás alucinando, ¿Dónde está el Nirvana en el cielo de la capital? Nirvana sólo tiene datos virtuales, y los miembros de Nirvana han ido todos a visitar Arcas, así que ¿Cómo podría estar... aquí? ¡Es realmente Nirvana!"

...

No sólo ellos, otras personas que miraban la pantalla también descubrieron la presencia de Nirvana.

La noticia no tardó en llegar a la multitud que se refugiaba en el lugar, que se quedó boquiabierta ante lo sucedido.

Lo que resultaba aún más sorprendente era que, con la aparición del Nirvana, la situación de la batalla, que había sido unilateral y dependía de las vidas humanas, había cambiado repentinamente de forma drástica.

A raíz de este cambio, el subterráneo, que había estado mortalmente apagado por la preocupación, por fin cobró vida y se habló de todo, lo único en común fue el deseo de tener imágenes más claras de Nirvana en la transmisión en directo.

La gente a bordo de Nirvana no sabía que su llegada había devuelto la esperanza al mundo subterráneo, y mucho menos que mucha gente los veía como salvadores.

Sus ojos no veían otra cosa que los puntos rojos marcados en sus paneles y las naves negras que se movían inexplicablemente en sus pantallas.

Los ojos de Hong Yu se posaron en el panel que tenía delante, mientras su cerebro percibía su entorno.

Al haber luchado en los campos de batalla de Arcas durante tanto tiempo, se le había dado bien distinguir qué instintos procedían de qué personas o qué naves estelares, ya que ahora los más amenazantes y maliciosos eran sus objetivos, y debido a su falta de disfraz, incluso le resultaba un poco más fácil a Hong Yu detectar su próximo movimiento que detectar otras unidades de combate... Por supuesto, sólo era su ilusión, detectar los movimientos del otro era realmente fácil, pero el tiempo de reacción de la nave era tan rápido que no la presionaba menos.

Xiao Huang no tenía miedo.

Siempre había sido bastante intrépido, si Wei Jiang y los otros decían que no habría peligro, entonces no habría peligro, si Wei Jiang y los otros decían que podían ganar, entonces estaba seguro de que lo harían.

Mientras que Hong Yu se preocuparía por cometer errores con sus comandos secundarios, Xiao Huang no se preocupa en absoluto, ni por su oponente ni por él mismo.

Esquivó metódicamente los ataques de su oponente, reaccionando tan rápidamente y en una dirección tan diferente cada vez que era imposible anticiparse.