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- Lo prometiste!!

- Lo sé Lixie pero me dieron horas extra en el trabajo.

Era un día soleado, lleno de aroma a tulipanes, perfecto para ir a un día de campo, o eso creía Felix.

Bang se sentía una carga viviendo en la casa del rubio, así que decidió aportar dinero para hacer las comidas del diario, siendo que el hogar de lix no era rentado si no heredado de sus abuelos, no tenía que preocuparse por pagar algo por el lugar, simplemente pagaría el uso general de los servicios que tenga, en este caso, internet o gas serían ejemplos.

Pero claro, todo trabajo tenía su lado malo, en el caso del castaño, siendo que comenzó a trabajar en un restaurante, normalmente le pedían hacer horas extra. Cosa que no hacía muy feliz al menor, pero no le quedaba de otra.

- Prometiste que está vez si iríamos, ya lo hemos pospuesto 2 veces Chan...

Parecía que la especialidad del rubio era hacer pucheros.

- Te prometo que hoy en la noche saldremos a algún lado, es más, mientras tanto puedes pensar a dónde quieres ir, ¿va?

El castaño siempre trataba de cumplir sus promesas, pero también era responsable y trabajador, las dos cosas no funcionaban muy bien juntas tratándose de Félix, más sin embargo el mayor siempre hizo sentir feliz al pequeño. Siempre.

- Si llegas después de las 9, no te vuelvo a hablar en una semana, quedas advertido Bang.

No cabía ninguna duda de que ganas de dejar de hablarle no le faltaban en absoluto, pero claro, el pequeño no podía pasar ni dos días sin hablar y acurrucar su cuerpo en el opuesto. Esto hacía que Felix se sintiera muy dependiente de su amigo, le gustaba, pero habían veces en las que le incómodaba sentirse tan dependiente de él.

Unos minutos después de aquella conversación, el castaño se dirigió a su trabajo, cerrando la enorme puerta color chocolate de la entrada principal.
Mientras tanto, tal como el mayor había dicho, Felix se dedicó las primeras 3 horas a buscar el lugar perfecto, el luegar perfecto para tener una salida con el, o como el rubio fantasea a llamarle, "una cita".

Buscó en Internet varios lugares, por la hora no sería un día de campo, en primer lugar claramente, no sería de día, y en segundo lugar, al menor le daban miedo los insectos, esto era algo grave al punto de llorar si se le acercaba alguno, era ciertamente una fobia.

Después de ver tantos lugares, decidió elegir uno en especial, era un restaurante al aire libre, con una vista sumamente preciosa, podían verse claramente cada uno de los edificios de la cuidad, por las fotos del buscador, podía verse que había un lugar cerrado también, esta no era parte del restaurante, si no una sala privada, en esta había televisión y puffs para sentarse cómodamente. Era simplemente perfecto, lo mejor sin duda era el precio, pues este no era muy caro.

Pasaron varias horas, en las que Felix aprovechó a tejer, así es, tejer, el rubio había visto varios videos en YT hasta que decidió comprar los materiales y comenzar a aprender, tan sólo de videos, finalmente 8 y media.

Se escuchó el sonido de la puerta principal, el castaño se hacía presente, cansado sin duda, pero feliz de estar en casa con su mejor amigo.

-Llegaste!

Se escuchó al menor decir mientras corría a recibir al mayor, rodeando parte de su cintura con sus bracitos, este al sentir el tacto recibió y devolvió el abrazo tan cálido como se lo habían dado.

- Sí, llegué... ¿Ya sabes a donde iremos?

- Claro, me pasé horas buscando el lugar perfecto, por fin encontré este!

Las manitas del rubio sostenían el celular y en este le mostraron las imágenes del lugar.

- Se ve caro, ¿no crees que es mucho para solo una noche?

- Que dices! Claro que no, no es tan caro, además, cada salida que tenemos es muy especial, casi nunca lo hacemos así que deja de reprochar y vamos a cambiarnos.

Sin duda cada salida juntos era un momento mágico para los dos, juntos, solos, solo los dos. Era tan perfecto.

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Just A little Kiss< Chanlix>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora