CAPÍTULO 1

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APRENDI A NO CONFIAR.

Aprendí a tener instinto.

A buscar lo mejor para mi. Porque eso tarde o temprano me salvaría la vida. Hacer lo que me gusta y expresar mis emociones en el proceso.

La única persona que tiene que tener expectativas en mí soy yo. Debo de hacer lo que me gusta y disfrutarlo. Soy joven, me queda toda una vida por delante. Una vida que planeo que no sea arrebatada como la de ellos.

Vivo en la Zona 01. Aquí se podría decir que es como una escuela, se aprende todo tipo de supervivencia y armas para posibles ataques. Las Zonas son como ciudades pero mucho más pequeñas. Son los escombros de la guerra donde todo acabó y para muchas personas  —incluyendome— todo empezó. No me gusta pensar mucho en eso, fue antes de mi, antes de que yo naciera.

Cuando digo "posibles ataques" me refiero a que nunca sabemos que esperar, mas allá de Marfil es un mundo desconocido para todos.

Marfil. Un nombre precioso para una ciudad preciosa. Una ciudad prestigiosa para personas privilegiadas. Ahí viven todas las personas que por su dinero y privilegio pudieron sobrevivir a la guerra de hace años. Ellos se encargan de dar ordenes a todas las Zonas que hacen el trabajo sucio por ellos.

La pequeña castaña levanta la mano.

—Adelante Lulu—digo.

Ponerlos a prueba al principio era emocionante. Verlos intentar aunque no tuvieran ni idea de lo que estaban haciendo.

Pero ahora que lo hacen por si solos solo me enorgullece.

El sonido de la flecha disparada y el golpe en el blanco son música para mis oídos.

La castaña volteó a verme con una sonrisa de satisfacción. Sabe que lo hizo bien.

Levanto mi pulgar como señal de que lo hizo bien y le dedicó una pequeña sonrisa.

Nunca he sido de dar halagos o cumplidos, no soy buena en eso. Lo mas probable es que si me intentas coquetear o solo felicitarme por algo, yo me quedaré tiesa como un palo.

—Muy bien, ahora solo quiero que piensen y me digan algún sueño que tengan, un deseo o una meta, son libres de elegir.

Veo varias manos levantadas casi al instante de decirlo.

Señalo al rubio pequeño que me llega a la cintura.

—Mi sueño es vivir en Marfil.

Una risita burlona sale de mis adentros.

—¿Alguna vez has ido a Marfil, Polo? —le pregunto y él niega—. Lo imaginé, tal vez las imágenes que nos muestran de ahí son muy bonitas pero, también importa mucho como es la gente.

—Pero si hay una guerra como las que salen en las películas, yo me iría a esconder a Marfil.

Niños inocentes con mentes inocentes.

­ —Si tal vez yo haría lo mismo pero lo más probable es que si vuelve haber una guerra todos quedaremos tres metros bajo tierra que ni nos dará tiempo de pensar en Marfil.

—Que sutil maestra Lily —dice una voz a mis espaldas. Y ahí recargado en el marco de la puerta está mi dolor de cabeza.

—¿Puedo ayudarte? —doy unos pasos hacia él —. Estoy a mitad de una clase, ellos no necesitan distracciones.

—Disculpa belleza pero ayer no dejaste claro si vendrías a mi habitación.

Y dale con eso.

—Escucha Derek, ya te he dicho varias veces que no estoy interesada en tener citas contigo  —me cruzo de brazos y el alza una ceja, un dolor de culo en persona—. Espero puedas entender que no es no, o una de mis bellas flechas dará en tu ojo, tu decides.

ALDICIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora