Llega a ver un punto en el camino, en que que ya no sabes que está bien y que está mal.
Te sumerges en emociones, tu vida se escribe por sensaciones netamente expuestas.Las fragancias de un lugar, un café bien cargado, tu cuerpo en un desliz, la boba sonrisa y lo prohibido..
El prólogo, que debería ser el desenlace de un capítulo no comenzado, se vuelve en el extra del inicio.
Todo vuelve...
Con menos intensidad.
Con menos ansias, pero disfrazado de lujuria.
¿Esta bien dejar inundar fragancias?
Dah.. Solo se omiten los resultados...
Bªeting, disiete