Querido Diario ( Muke )

· Una noche para recordar [Parte 4]

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Ese mismo momento fue en que Michael saco y libero toda sus tenciones de una manera tan expresiva que comenzó a marcar todo el cuerpo de Luke, que poco a poco se calentaba más y más con el simple tacto de sus novio que quiera solo una cosa, sin embargo, Luke no se la haría fácil. Y así fue como por un segundo la mente de Luke, se volvió más y más perversa, aprovechando el agua a su favor, ya que como ambos estaban nadando desnudos, esto le sirvió para poder durar más.

Cuando por fin le toco a Luke, el comenzó a recorrer, el cuerpo de Luke besándolo, mientras acariciaba levemente el miembro del chico con sus manos, suaves, quien solo gemía más y más de placer, sin embargo, cuando por fin estaba por llegar a lo que sería un orgasmo bastante grande Luke se detenía, y comenzaba a golpear a Mike para que perdiera la erección. Mike solo gemía y disfrutaba de ese trato, ya que cuando por fin le toco a él, este sujeto del cuello y de la pelvis a Luke y comenzó a morderle la miel, y apoyarlo contra las paredes de la piscina, mientras que sus gritos de dolor no eran mas que suplicas por mas placer....

Llegaron a un momento en Luke se acercó al culo de Mike y comenzó a abrirlo lentamente, con sus manos, para poder tener acceso a él, sin embargo Mike se dio vuelta para poder saber qué es lo que quería Luke, cosa que dejo bien en claro el chico rubio, y así fue como Mike comenzó a experimentar una leve sensación de invasión dentro de él, que cada vez más le gustaba, llegando a lo que serían más gritos de placer. Mientras la euforia se apoderaba de todo a su alrededor Luke comenzó a aumentar la velocidad de las embestidas, llegando hasta que Mike comenzó a llorar y gemir a la vez. Para cuando llego el momento de clímax de todo, Luke quiso terminar afuera de Mike, pero este le dijo que siguiera, cambiando de postura, quedando ahora Mike sobre Luke, mientras poco a poco sentía las contracciones de su cuerpo y las de Luke.

Y así fue como ambos chicos llegaron a un orgasmo que jamás habían sentido en sus vidas.

Cuando todo eso llego a su fin, ambos chicos decidieron quedarse en la piscina por un tiempo más, pero, con un poco más de ropa