La Hija Del Demonio.

Capitulo 1.

~Narra Edith~

Hoy cumplo 16 años, aunque no lo penséis, llevo muchísimo tiempo esperando este día. Hace 6 años mi padre me hizo una promesa, el día que cumpliera los 16, me hablaría de mi madre y me contaría lo que le había pasado.

~10 años atrás~

Estaba sentada en mi cama mientras mi padre me daba los regalos, hoy cumplía seis años y estaba muy entusiasmada.

Papa –dije algo nerviosa bajando la mirada- ¿Por qué nunca me hablas de mama? Ni siquiera sé cómo era, nunca he visto ni una foto. –finalice algo triste, ahora alzando la vista esperando una respuesta-

Eres muy pequeña para que te cuente lo que paso –dijo de manera seca, lo cual me dejo un poco peor-

El siempre era así, nunca supe exactamente el porqué, yo solo era una niña de 6 años que no sabía nada. Realmente nunca que me podido quejar, ya que a pesar de su actitud, nunca me había faltado nada, el siempre hacia lo mejor para mí.

Pero papi… *dije insistiendo un poco* ¿Cuándo me hablaras de ella?

No tengas prisa, pero te hare una promesa *dijo el mostrando una media sonrisa* El día que cumplas los 16, yo te contare todo y responderé a todas tus preguntas. ¿Está bien?

Después de sellar la promesa con un abrazo, me dio el último regalo y se fue. Estaba muy feliz, aunque faltaran10 años, sabía que él me hablaría de mi madre, era lo que más quería en este mundo.

~En la actualidad~

Me levante de la cama temprano, mi pelo estaba algo despeinado ya que la noche anterior no me lo había recogido. Lo arregle un poco con las manos y me hice una coleta alta, después de eso salí corriendo de mi habitación buscando a mi padre.

Papi –grite mientras bajaba las escaleras corriendo- hoy es mi cumpleaños –dije emocionada entrando por la puerta de la cocina- ¿Papa, estas bien? –dije al ver su expresión triste y el rastro de lagrimas en sus ojos*

Si hija, estoy bien. –Dijo mirándome, mientras se limpiaba las lagrimas- Hoy es el día, hoy por fin te hablare de tu madre –hizo una pausa y respiro hondo- No puedo esperar más, creo que ya es hora de que te hable sobre tu madre y lo que paso.

Cuéntame lo que paso papa, por favor, necesito saberlo –Dije casi suplicando mientras me sentaba en una silla a su lado-.

Todo comenzó el día en que tú naciste. –Dijo con una sonrisa nostálgica- Tu madre y yo estábamos muy felices por el nacimiento de nuestra primera hija, pero surgieron unos problemitas y te tuvimos que dejar con una de las criadas. Todo iba perfecto, hasta que un día, unos hombres encapuchados, se llevaron a tu madre –una lagrima resbalo por su mejilla-.

Estaba escuchando con atención todo lo que decía, sentía odio y rabia hacia esas personas, hacia los humanos, no entendía cómo podían ser tan crueles.

Yo intente impedirlo. –Continúo interrumpiendo mis pensamientos- Pero en la tierra, mis poderes son muy débiles, al poco tiempo, me comunicaron su muerte y me trajeron el cuerpo.

Pero papa –le interrumpí algo curiosa- si trajeron su cuerpo, ¿Por qué no lo he visto nunca?

Hija, déjame acabar –dijo seco- Tu madre, como bien sabrás, era un ángel y por tanto se la llevaron al cielo –suspiro mirándome- Era preciosa, se parecía mucho a ti.

¿Pero por que la mataron? –Dije triste y con rabia, notaba que mis ojos se tornaban de un rojo más vivo de lo habitual-.

Cariño, tu no lo entiendes –suspiro negando- Ella era un ángel y como bien sabes, yo soy un demonio, en el mundo humano, corría el rumor de que si un ángel y un demonio tenían un hijo, la sangre de este era curativa.

Pero papa, eso es una tontería –dije enfadada-.

No lo es del todo, pero esos repugnantes y estúpidos humanos decidieron matarla, ella se negó a decirles dónde estabas. –Suspiro bajando la mirada- Ella murió para protegerte.

Papa –me levante de la silla algo brusca- Juro que encontrare a los que le hicieron eso a mama, les hare sufrir como nunca han sufrido –dije con una mirada oscura y bastante tenebrosa-.

Pequeña –dijo mi padre cogiendo mi mano- no puedo dejar que lo hagas. Si te dejara marchar y te pasara algo, me morirá por dentro.

Lo siento papa –dije todavía enfadada- Quiero que ese sea mi regalo de este año, llévame a la tierra, mama murió para salvarme y ahora yo vengare su muerte.

Si te vas, tendrás que vivir allí sola y asegurarte de que nadie sepa quién eres realmente, si lo descubrieran, no sé lo que serian capaces de hacerte –dijo muy preocupado-.

Te lo juro papa, me cuidare muchísimo y todo estará bien. –dije poniendo una sonrisa algo malévola- Yo estaré bien, pero los condenados que mataron a mama no lo estarán y sufrirán como nunca lo han hecho en su vida.

Esta es mi hija –dijo mi padre con una sonrisa- iré a prepararlo todo para el viaje, me encargare de que todo salga perfecto.

Después de eso, se levanto de la silla y desapareció por la puerta. Por primera vez en mi vida, sentí un vacio enorme en mi alma, sentía que solo lo podría llenar con venganza y más venganza, sentía tanto odio que hasta me dolía. Pero pronto cumpliría mi deseo de vengarme y esta sensación desaparecería.

Hola a todos, este es el primer capítulo de esta historia, me encanto la idea y pensé en reescribirla, antes la tenía en mi otra cuenta (ElMundoDeN) pero la abandoné así que he decidido volverla a subir aquí, pronto el segundo capítulo.

Muchas gracias por leerla.

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Besos.

~N~