Capitulo 4.

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~Narra Edith~

Se hizo de noche y seguía sin recibir ningún mensaje de Alexander, rápidamente puse una película y deje de pensar en eso, me pase todo el rato riendo, la película iba de demonios y el aspecto que les daban era ridículo, yo para nada me parecía a esos seres rojos con cuernos. Cuando acabo la película me prepare algo para cenar y me fui acosté en la cama. Estuve leyendo hasta que me quede dormida. De pronto me desperté alterada por una pesadilla, mire el reloj y eran las 5, pero ya no pude dormir mas, no entendía por qué me pasaba esto, había tenido la visión de la muerte de mi madre pero en vez de ser ella la persona a la que habían disparado era ¿Alexander? No lo vi claramente pero podría jurar que era él, todo era tan raro, pero como no quería pensar más decidí darme una ducha para despejarme un poco.

~Narra Alexander~

Me encontraba sentado en la cama llorando mientras miraba por la ventana, tenía mucho miedo, en cualquier momento mi padre podía volver a pegarme y me encontraba tan dolorido que sentía que si me volvía a tocar me moriría. De un momento a otro mire mis muñecas y acaricie los cortes que solía hacerme antes, ahora con los golpes que me daba mi padre no era necesario hacerlo, el dolor que me causaba no se quitaba con nada. De un momento a otro mire por la ventana y mis ojos se posaron en la luna, empecé a pensar en Edith y en lo extraña que era, mi mente se preguntaba que de donde había salido. Poco después mi mente empezó a matarme a preguntas ¿Por qué había venido? ¿Cómo era su antigua vida? ¿Me odia o solo le caigo mal? ¿Se estará riendo de mí? ¿Me echara de menos? ¿Habrá pensado en mi? Cuando quise darme cuenta eran las 6, mi padre entro de golpe en mi habitación y me asuste.

-Hoy no iras al instituto —dijo el algo agresivo- Le diré a Sofía que te coja los deberes, si alguien te viera así, podría pensar que te pego. —Después de eso desapareció por la puerta.-

¿Qué no me lo haces acaso? Pensé después de su comentario y decidí tratar de dormir, así el día pasaría más rápido.

~Narra Edith~

Después de desayunar me puse el pijama y me vestí, desayune mientras miraba la televisión, no daban nada interesante por la mañana cuando mire el reloj eran las 6:30. Decidí seguir leyendo mi libro, anoche me había quedado en una parte interesante, de un momento a otro lévate la vista y el reloj marcaba las 7:50 así que salte del sofá y tras coger la mochila salí corriendo en dirección al instituto. Llegue justo con el sonido de la campana y entre en clase sentándome al final, la primera hora fue pasando y me di cuenta de que Alexander no estaba, me preocupe un poco pero decidí no darle importancia "Seguro se ha quedado dormido" pensé para mí misma, pero vi a Sofía riéndose animada con sus amigas y el asco me recorrió el cuerpo, que estúpida que era esa chica. Lentamente la mañana paso y pronto fue la hora del patio, me senté en la parte del patio en la que solía estar y por accidente empecé a escuchar una conversación.

- No te lo puedes imaginar Dylan, Alexander se paso toda la noche llorando como una nena —dijo entre risas y pronto me di cuenta que era Sofía-

-¿Enserio? Que marica. —dijo el riéndose también y la ira me consumió-

En ese momento no se qué furia se apodero de mí y me levante saliendo de mi escondite y le pegue un puñetazo a Sofía y luego al chico, luego salí corriendo de allí sin dirección alguna con los ojos rojos y apretando los puños, me estaba saliendo mi vena demoníaca en toda su totalidad y prefería no encontrarme con nadie. Pronto mi cuerpo me obligo a parar delante de una casa, necesitaba coger aire, por alguna razón sentía que tenía que estar ahí y cuando levante la vista algo más calmada pude ver a Alexander por una de las ventanas, estaba lleno de golpes y me quede parada. Poco después subí por un árbol y me quede en una rama observándolo.

~Narra Alexander~

Dormí un rato y cuando desperté eran las 11, no podía dormir más así que me quede en la ventana mirando al horizonte mientras escuchaba música. Pronto me sentí algo observado y mire por la ventana. En una de las ramas pude ver a Edith, me miraba a los ojos, sus ojos eran raros, no tenían el mismo color de siempre eran una mezcla entre su color natural que era verde y otro color que supuse que será ¿rojo?, a simple vista eran como marrones, pero si los mirabas fijamente podías diferenciarlos, nos estábamos mirando a los ojos y pude notar como sus ojos poco a poco volvían a su tono verde habitual. Pronto desvió la vista y hizo un gesto para que abriera le ventana, cuando lo hice ella entro y se sentó a mi lado.

-¿Qué te ha pasado Alexander? —Pregunto ella mirando fijamente cada uno de los golpes que se veían claramente en mi cara.-

-Solo me he caído. —Dije apartándome de su mirada, me sentía incomodo al ver cómo me miraba.

-Está bien, ahora dime la verdad. —Dijo ella mirándome con cuidado y llevo una mano a mi mejilla para acariciar la zona morada que ahora se encontraba en ella-

-Esa es la verdad. —Dije tratando de sonar convincente pero el roce de su mano me hacia ponerme nervioso.-

-Me parece increíble que me mientas de esta manera Alexander —dijo ella de manera seca y aparto su mano de mi- pensaba que éramos amigos.

-Tú dijiste que no querías ser mi amiga —dije con un hilo de voz, pero no iba a llorar, no me lo podía permitir.

~Narra Edith~

Sus palabras me dieron directamente en el corazón, yo no recordaba haber dicho eso, pero era verdad, yo no podía ser su amiga, el era un humano, un triste y simple humano mas. Pero no podía, no podía cumplir eso, sentía la necesidad de estar con él todo el día, se veía tan frágil y tenía la necesidad de protegerlo. "Tu misión es vengarte de los que mataron a tu madre y largarte" pensé que eso era realmente lo que hacía aquí y le di una última mirada a Alexander que me miraba intrigado.

-Tienes razón, no podemos ser amigos.—murmure mirándole algo triste-.

Después de eso me levante y salí por la ventana, camine en dirección a mi casa, ahora más que nunca necesitaba un abrazo, pero no tenía a nadie. Llegue poco después y me tumbe en el suelo mirando al techo. Pronto mi móvil sonó, tenía un mensaje de mi padre.

Papa: Edith, he descubierto algo sobre los que mataron a tu madre, por ahora sé que fueron 5 hombres los que estuvieron involucrados en el asesinato, 3 de ellos tienen hijos, pero solo 2 de esos hombres siguen viviendo allí. Estoy investigando nombres, pronto te los mandare.

Edith: Esta bien papa, intentare investigar por mi parte también.

Papa: Buena suerte hija, hablamos pronto.


Después de eso deje el móvil en el suelo y me quede allí, observando el techo por horas y horas, sin que el sueño se apoderara de mí.

Hola de nuevo, sé que he tardado un poco en actualizar, pero es que estado algo ocupada, ahora sigo escribiendo así que puede que hoy suba otro capítulo nuevo para compensar el haber tardado 10 días en subir capitulo. Bueno, muchas gracias por leer, comentar y votas.

Vota si te ha gustado el capitulo y comenta que te ha parecido, acepto críticas constructivas. ¿Qué piensas de la conversación de Alexander y Edith? ¿Podrá Edith llevar a cabo su venganza pronto? ¿Qué pasara después de que Edith haya pegado a Sofía y a Dylan?   

Muchísimos besos a todos.


~N~

La Hija Del Demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora