You Never Loved Me.

Asystole

-Ojalá pudieras quedarte hasta más tarde, podríamos ver otra pelicula- replicó mientras se paraba de la cama y ponía pausa a la reciente terminada película.

Aquel chico de sonrisa ladina negó repetidas veces antes de enderezarse, habían pasado desde la mañana envueltos entre sábanas y abrazos perezosos. Se volvió hasta ella que permanecía cruzada de brazos, con un prominente puchero que reflejaba su inconformidad. Aunque eran amigos, muy en el fondo sus deseos inoportunos emergían, siendo el resultado de esa tarde. Con caricias accidentales y besos fugaces en la sien o cuello del contrario. Ninguno sabía lo que el otro pensaba, ninguno sabía si serían correspondidos. Solo se dejaban llevar por el momento.

-Sabes que si me quedo un rato más, perderé el autobús.

-Y tu sabes que puedo pagarte un particular que te lleve hasta casa, o inclusive podrías quedarte a dormir.- menciona con voz ronca mientras gateaba sobre la cama hasta quedar cerca de él.

-Eso- toma con delicadeza su cuello acercandola- no podría permitírselo señorita, mucho haces con tenerme cada fin de semana en tu casa y alimentarme.-sus alientos comenzaban a chocar conforme se acercaban. Sus pechos, acelerados, pedían detener tal tormento y terminar con esto.- Además- roza su nariz con la contraria, meneando la cabeza suavemente.- No me resistiría a pasar una noche contigo... - las palabras permanecen en el aire, inhertes.
Sus respiraciones se entremezclan mientras con pretenciosas miradas, conectaban sus sentimientos.

-¿Ah si?.- besa fugazmente su nariz mientras sonríe. -Quien dijo que dormíamos juntos? Yo dormiré en la pieza de mamá. Tu puedes quedarte en mi cuarto.- en ese momento, ella se separa de su lado, caminando hacia la salida, su corazón aún latía rápido. No sabía de dónde carajos había salido tanta confianza como para ponerse a hablar así. Ni siquiera sabía cómo podía estar coqueteando con él.
Siente cono la jalan por detrás, como aquellos brazos la rodean, y colocan su mandíbula en el hombro, queriendo más contacto.

Tan lindo.

De repente recuerda por qué estaba agitada y se sonroja al instante que siente unos labios juguetear por su cuello.
Sin pensarlo, deja escapar un jadeo inoportuno.
Provocando la risa del contrario.
Sus manos empiezan a descender hasta sus caderas, que son tomadas con posesicidad. Afianzando su tacto.

Los besos empiezan a ser más húmedos, más rápidos y salvajes que hacen que ella se derrita y sucumba completamente a sus pies.
Él le da la vuelta abruptamente, juntando ferozmente sus labios, como si su vida dependiera de ello, cono si  no eso su alma fuera salvada. Si en ellos encontrará la salvación divina.

Un agudo gemido se le escapa de entre sus carnosos y rojizos labios, permitiendo ma entrada de la húmeda y juguetona lengua que no hace otra cosa más que delinear em contorno de sus labios y provocar una guerra entre ellas.

Ya nadie tiene control sobre ellos.
El mismo deseo se apodrro desde hace tiempo.
Solo sus almas sienten.
Solo sus sentidos están presentes.

Y por un instante, ella llora, grita y rompe con un ahogado grito.
Por dentro, ella pelea por tomar el control de su cuerpo. Sabe que no está bien.
Que aunque lo deseara, no podría volverle a ver.
Arruinó  todo por un poco de placer carnal.

-No sabes cuánto había añorado probar tus labios, surcarlos con mi lengua, saborear cada parte de ellos.- junta su frente con la de lle, que hasta este momento se mantenía neutra. Besa su sien y se aparta solo un poco para verle responder.

Se recarga de la pared, toma aire y le mira a los ojos, una mirada que pedía desesperadamente que terminara con esto.

-Me alegra que lo hicieras, pero, esto no significa nada... Solo fue un beso.-hace una pausa.- Tú desde hace tiempo sabes sobre mis sentimientos, esos que muchas veces traté de reprimir, y que hasta hace poco, mantuve enterrado. Pero ahora estamos aquí. Y no me permitiré sufrir por algo que muy bien se, yo provoque. Mi lado consciente lo hizo, ¿El tuyo lo hizo?
Yo creo que no, ¿sabes por qué? Porque solo cansado y necesitado de amor estabas. Porque sabes que sin rechistar, estaré para ti. Porque sabes que puedes ilusionarme y mandarme a la mierda después.
Porque sabes que mi Alma, cuerpo y corazón te pertenecen. Que puedes hacer conmigo lo que quieras y que no diré nada.

Pues, eso se acabó.
Hoy te dejo.
Hoy te libro.
Hoy me desvanezco.

Dead_Horse