Physical Exam [Moonsun]

Capítulo V

— Bien, ahora. Toma asiento en la cama para poder empezar. — dijo Yongsun mientras señalaba la cama blanca y mullida.

La menor empezó a inquietarse. No sabe lo que Yongsun le va a hacer. Esta última no tiene intenciones de ponerla en peligro.

Byul respiró profundamente. La castaña ha abierto las esposas y ahora le está alcanzando la muñeca. Dejó escapar un suspiro que estaba conteniendo cuando Yongsun se detuvo, retrocediendo al recordar de repente algo.

— Casi lo olvido. Tienes que quitarte la blusa. — dijo sin rodeos.

Los ojos de la menor se abrieron de par en par.

— ¡¿Qué?! — su cara se sonrojó de repente. Ella no esperaba que Yongsun dijera eso de frente. Sin ninguna duda.

— Bueno, una vez que estás esposada. No puedo quitártelas yo misma, ¿verdad?

Byul se quedó mirándola, pensando en lo que le iba a hacer. Yongsun se dio cuenta de que la contraria estaba sumida en sus pensamientos mientras la miraba fijamente, y captó alguna indirecta.

— Sé lo que estás pensando, no te preocupes. Sólo es un examen físico lo que estamos haciendo. No es gran cosa.

La joven respiró profundamente.

— De acuerdo... Lo siento.

— No lo sientas. Sé que estás nerviosa, así que está bien.

Byul desabrochó los botones de su blusa, para luego dejarla sobre la cama. Se estremeció cuando el aire frío comenzó a rozar su piel, su sujetador es lo único que cubre la parte superior de su cuerpo de los ojos de Yongsun.

— Gracias, ahora vamos a empezar. Acuéstate en la cama. — la mayor continuó donde lo había dejado.

Ésta agarró la muñeca de Byul y sujetó un brazalete alrededor de ella, levantándola lentamente hacia la esquina de la cama. Hizo lo mismo con la otra muñeca. Byul se sintió más expuesta que antes, lo que hizo que se sonrojara aún más. Su corazón no dejaba de acelerarse.

— ¿Qué piensas hacer? — preguntó nerviosa.

— En primer lugar, quiero echar un vistazo básico a tu anatomía. Voy a examinar algunas de las funciones fisiológicas básicas si puedo.

Byul tragó saliva mientras miraba fijamente a Yongsun, poniéndose un par de guantes de goma.

— Si te sientes incómoda o quieres parar, por favor, dímelo enseguida.

Si no fuera Yongsun con quien está experimentando, estaría muy incómoda ahora mismo.

Inhaló bruscamente. Sintió las manos frías y enguantadas de la mayor por debajo de su sujetador, rozando ligeramente sus costillas. La joven cerró los ojos y se mordió el labio mientras las manos de Yongsun subían hacia sus costados, presionando de vez en cuando junto a otras zonas destinadas. Incluyendo también sus brazos y manos, moviéndolos para ver cómo funcionaban. Se detiene un par de veces para tomar una o dos notas antes de continuar.

Entonces Yongsun bajó y la agarró por la barbilla y le miró la cara. Giró la cabeza, examinándola. Las mejillas de Byul se sonrojan al darse cuenta de su cercanía.

Ella confía en la mayor. Sabe que no va a hacerle daño. Pero Byul no puede evitar ese sentimiento de hundimiento en su estómago por alguna razón.

Con un pulgar enguantado, Yongsun abrió su boca e inspeccionó su lengua. Toma un estetoscopio del mostrador, colocando el frío metal contra el pecho de Byul.

— Ritmo respiratorio normal, igual que el ritmo cardíaco también. — dijo la castaña mientras anotaba en su cuaderno.

Yongsun lleva su mano a la espalda y desabrocha el sujetador de la menor sin aviso previo.

— ¡Espera! — Byul se sobresalta. Yongsun se echa hacia atrás, levantando una ceja.

— ¿Por qué? ¿Sientes molestias? Podemos parar ahora.

— N-no... Sólo quiero preguntar por qué me quitas el sujetador.

— Ah. Voy a examinar tus órganos reproductores.

— ¡¿Eh?!

Yongsun suspiró, empezaba a cansarse.

— Como dije, si te sientes incómoda. Dímelo de inmediato, y dejaremos de...

— ¡No!, está bien. Por favor, continúa — la menor suplicó, dejando caer su sujetador.

Yongsun pasó ambas manos por su pecho y les dio un ligero apretón. Byul se mordió el labio para evitar gemir. Su corazón latía más rápido que antes. Incluso Yong podía sentir sus latidos.

— Y-Yongsun... — llamó sin aliento. La susodicha siguió examinando su tierna piel, sin dejar ninguna parte sin tocar, ni siquiera las pequeñas protuberancias rosadas.

Byul se mordió el labio con tanta fuerza que pudo saborear su sangre al tiempo que Yongsun se concentraba en escribir en su cuaderno de nuevo.

Suspiró e intentó recuperar el control de su inestable respiración. Apretó los puños y cerró los ojos con fuerza. Se frotó ambos muslos, y no se equivocó al sentir la humedad entre sus piernas.

Esto era demasiado vergonzoso.

Una vez que Yongsun terminó de escribir, siguió examinándola. Bajó hasta sus piernas, lo que hizo saltar a la joven. La castaña estaba cerca de su centro.

— ¿Qué estás haciendo?

— Voy a examinar la anatomía de la parte inferior de tu cuerpo ahora. Espero que no te importe.

Definitivamente este era su fin.

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