Capítulo VIII

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— Ahora quiero devolverte el favor. — dijo Yongsun apoyándose sobre sus codos.

Byul se dejo llevar por la castaña, terminando acostada debajo de ella.

— Te lo recompensaré pero de otra manera. — dijo con dureza.

Byul tragó saliva. No sabía lo que iba a pasar a continuación.

¿A qué se refiere con "de otra manera"?

La mayor se puso de pie y luego tomó algo de uno de los cajones de su aparador.

— Listo — dijo Yong con entusiasmo. Byul se quedó sin palabras al verla usar un strap-on.

— Y-Yongsun, yo nunca antes he utilizado eso.

— No te preocupes, Byulie. Seré suave. — aseguró con una sonrisa — al principio...

Por supuesto, Yongsun sería suave al principio. Su lujuria podría tomar el control, sin embargo, no sería capaz de lastimar a Byul.

— Supongo que estás muy mojada ahora mismo. Podría deslizarlo enseguida — dijo acomodándose entre las piernas de la menor.

Byul respiró profundamente. Los dedos estaban bien para ella, pero con un juguete debía ser una sensación diferente y peor aún cuando el juguete de Yongsun no era para nada pequeño.

Se tapó la boca con sus manos, intentando soportar el dolor que iba a sentir. En el momento en que Yong sintió que su pelvis chocaba con el clítoris de Byul, supo que se había deslizado hasta el fondo.

— ¿Estás bien? — preguntó sin aliento.

Miró fijamente a la chica más joven que se aferraba a las sábanas. No pudo evitar excitarse de nuevo. Byul asintió, y ahí es donde la castaña empezó a moverse lentamente.

Byul se sentía dichosa mientras Yongsun mecía sus caderas dentro y fuera de ella. El juguete la golpeaba de manera perfecta.

— Estoy acostumbrada, puedes hacer lo que quieras.

Yong levantó una ceja y comenzó a acelerar el ritmo. Está golpeando cada punto erógeno que la mujer más joven tenía. Byul estaba haciendo mucho ruido que antes. Gemidos, jadeos, el sonido de la piel golpeando a otra piel estaba por todo el dormitorio. Menos mal que los Srs. Kim se encontraban trabajando, y ella podía tener a Byul una y otra vez.

Byul bajó la mirada, observando como el juguete seguía empujando dentro y fuera de ella. Yongsun usó su pulgar para frotar el clítoris, está tan apretado que le cuesta empujar.

La menor puede sentir que está casi al borde. Yongsun continua embistiéndola tan profundamente como puede. Se acerca y ambas se unen en un beso a pesar de que Yong sigue empujando con rapidez. Byul la rodeó con las piernas mientras los dedos de sus pies se curvaban por la tensión de todo su cuerpo.

— Y-Yongsun... — logra soltar, aunque está sin aliento por el persistente mecer de sus caderas.

Con un último y alargado grito, Byul alcanza el climax. La castaña finalmente se aparta de los labios húmedos e hinchados de la menor para después descansar junto a ella, apoyando la cabeza en el hueco de su cuello.

— 52; 95; 8 — dijo Yongsun luego de unos minutos de silencio.

— Yo también. — contestó Byul, depositando besos en las mejillas de Yong.

《°▪︎ FIN ▪︎°》

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Espero que les haya gustado esta pequeña historia.

Gracias por leer, votar y comentar. Enserio lo aprecio demasiado ⭐.

○Mo.onie○

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