Suplicar al diablo

2 1 0
                                    


Tus gritos son sinfonía para mis oídos.


Tus lamentos son mi inspiración.


Siento un gran placer al hacerte daño y

escuchar tus llantos...


Siento que te hayas enamorado de un 

sádico, psicópata y asesino como yo.


Siento haberme fijado en ti y no ser capaz de dejarte ir...

Y menos ahora, que me he aferrado a tu amor.


¿Quién me hubiera dicho que acabaríamos así?


Tú, intentando aferrarte a la vida...

Yo, consiguiendo hundirte más en el profundo hoyo que es

la minería y el desconsuelo.


Consiguiendo romper tus barreras de esperanza.


Poco a poco, voy corrompiendo tu alma...


Y por último...


Consiguiendo arrastrarte al averno junto a mi.


¿Tu hogar?

Ya no tienes hogar...


Sólo te queda vivir un infierno.

Te enseñaré lo que es el pecado...


¡Mi nombre es Lucifer y lo demonizó la iglesia!


El tuyo, Luz, al que iré absorbiendo gota a gota

hasta que caigas rendida y muerta ante mis brazos.

POEMAS 3: RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora