Capítulo 12: Volteando tus aletas (Parte 3)

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"¡Despierta, despierta!"

Twilight se despertó con una voz enérgica cuando un borrón rosa rebotó en su habitación para abrir las cortinas y dejar entrar demasiada luz del sol para tan temprano en la mañana. Cerró los ojos con fuerza y ​​se tapó la cabeza con la almohada mientras la criada se movía y le bajaba las mantas.

"¡Vamos! ¡Levantarse! ¡El desayuno esta listo!" Twilight tardó un momento en que su mente adormecida se diera cuenta de que la voz aguda no era la misma sirvienta que la había ayudado a vestirse el día anterior; cuando finalmente se sentó de un salto, se encontró con Pinkie Pie bajando una bandeja de comida con una gran sonrisa. "¡Y es feliz verte!"


Twilight miró hacia abajo para ver que el panqueque en su plato tenía una cara sonriente hecha de fresas y jarabe de chocolate.

Pinkie se rió de su expresión mientras sacaba un traje doblado de su melena y lo colocaba en la cama. "¡Aquí, también te traje tu ropa para hoy!"

Twilight olió el tentador olor de su desayuno, pero sus ojos se sintieron atraídos por la ropa brillante, y no pudo resistir estirar la mano por encima de la bandeja para recoger el vestido que se desplegó ante ella. Si bien no tenía el sentido de la moda de Rarity, sabía lo suficiente para ver que el vestido había sido diseñado para funcionar, a pesar de que la elegante cinta y el chaleco negro parecían bastante caros. Twilight se volvió hacia Pinkie y arqueó una ceja con curiosidad.

Su amiga aparentemente no necesitaba palabras para saber lo que estaba preguntando. "¡Oh! ¡Oh! Así es, ¡nadie te lo ha dicho todavía! " Pinkie saltó con una risita emocionada. “¡El príncipe te llevará a la ciudad hoy para ver si alguien te reconoce! En realidad, no quería ir, ¡pero yo no aceptaría un no por respuesta! " Ella sonrió con orgullo, y Twilight rió en silencio, solo imaginando a qué tipo de travesuras de Pinkie había sido sometida Sombra tan temprano en la mañana.

Después de que Twilight terminó su desayuno y se puso el vestido azul, Pinkie la llevó al patio del castillo, pero no antes de que hicieran un rápido desvío hacia el estudio. Cuando Twilight finalmente bajó los escalones del frente del castillo, Sombra le dio una mirada sospechosa cuando vio el libro que había escondido debajo de su ala.

"El viaje no va a ser tan largo", refunfuñó mientras un sirviente mantenía abierta la puerta del carruaje. "Puedes ver la ciudad desde aquí". Sombra hizo un gesto con su casco. Efectivamente, asomándose por encima de los vastos campos más allá de las puertas del castillo estaban los pintorescos edificios de la ciudad cercana.

Twilight usó su magia para hacer flotar el libro dentro del carruaje de todos modos y lo siguió.

"¡Ten un viaje seguro!" Twilight escuchó a Pinkie gritar desde los escalones mientras saludaba con entusiasmo. ¡Pasaré más tarde! ¡Tengo una gran sorpresa! "

Twilight se asomó por la ventana abierta para saludar y notó a Sombra parado rígidamente con una mueca en su rostro. Cuando Pinkie le guiñó un ojo, rápidamente se giró para saltar al carruaje antes de cerrar la puerta de golpe.

Tirando de su cabeza hacia adentro, Twilight le dio una mirada curiosa mientras él se acomodaba en el lujoso asiento frente a ella. Cuando vio su expresión, dejó escapar un profundo bufido. "Tu amiga rosa es ... problemática ..."

Twilight se veía un poco presumida mientras abría el libro que había traído con ella. Había planeado tratar de educarse a sí misma en el viaje, aunque fuera breve, pero cuando los sirvientes comenzaron a tirar del carruaje tranquilamente por el camino, rápidamente se sintió frustrada por su propia falta de comprensión. No importa cuán de cerca estudiara las letras, no podía encontrarles ningún sentido, a pesar de que debería haber sabido el libro de memoria.

twilight x sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora