"El amor acompaña al caos en todas las cosas: precede al mundo, despierta lo dormido, ilumina lo oscuro, resucita lo que está muerto, da forma a lo informe y perfecciona a lo imperfecto"
Termino de resaltar con un tenue color café la frase de Ficino en su Comentario al Banquete de Platón cuando el reloj marca la hora de salida. De verdad, no entiendo la afición de la universidad por hacer que tomemos clases de humanismo. Estudio derecho, en ningún momento defenderé a alguien usando las ideas de Maquiavelo, Petrarca, Ficino o cualquier otro de los humanistas renacentistas.
— ¡Hey, Chrys! ¿Me puedes prestar tus apuntes? Los míos son un asco — me pregunta una compañera desde la otra parte del auditorio.
Le sonrío por cortesía aún cuando me sigue resultando extraño hacerlo. Antes no tendría por que preocuparme de ser amable con las personas y mucho menos me callaría mis opiniones por temor al qué dirán. Pero eso era antes. Y el antes ya no existe.
— Seguro — me limito a contestar antes de pasarle el cuaderno y salir para dirigirme a mi siguiente clase. A medio camino recibo el correo de mi profesor avisando que se cancelaba la sesión. Suspiro de alivio; no pude pegar ojo en toda la noche y lo que menos quería era escuchar a un viejo al que solo le falta venir ya vestido con su atuendo funerario.
Veo a los demás estudiantes retirarse hasta que solo quedo yo en medio del solitario pasillo. Por un momento quiero ir a la clase de Ian y convencerlo de que nos escapemos, que vallamos a Boca Chica; tal vez pueda pedirle a Mónic que me preste una de las motos y... ¡no! Mala idea. Sacudo la cabeza para espantar los pensamientos. Huir no me llevaría a ningún lado además del pasado, un lugar que evito cual Chernobyl.
Estoy por ponerme los audífonos para aislar cualquier tipo de contacto con otras personas cuando el sonido de una puerta abriéndose de golpe y un hombre gritando me sobresalta. Es el decano de la facultad de administración, y la puerta es la que da a su oficina. Pero eso no es lo que me deja perturbada, sino el chico que esta siendo prácticamente empujado a la salida con una sonrisa burlesca en la cara.
No otra vez, por favor, suplico internamente.
— ¡Largo de mi facultad, cucaracha insolente! — el hombre está tan rojo y sus cuerdas vocales parecen tensarse tanto que estoy segura de que se desmayará en cualquier momento — ¡No quiero volver a verte y tampoco quiero volver a escuchar jamás el nombre de...
— ...¡¿el fantástico Kael Mavrick?! — termina el sinvergüenza mientras se aleja de espaldas y levanta los brazos por sobre la cabeza.
— ¡¡¡LARGO!!! — le lanza algo parecido a una engrapadora que, a pesar de los torpes pasos de Kael, logra esquivar —. ¡Eres basura al igual que tu padre! Y te aseguro que terminarás igual que él: ¡pudriéndote por el resto de tu miserable vida en una prisión federal!. Siempre supe que no debíamos admitirte. ¡Aquí nunca habrá lugar para los de tu clase así que lárgate a donde perteneces!
Definitivamente la engrapadora hubiera dolido menos. Soy testigo de como su expresión se descompone y desaparece la sonrisa. Ya dejó de ser divertido. Su padre siempre ha sido su punto débil. Por un momento podrías pensar que le respondería, incluso que recurriría a los golpes; cualquier otra persona apostaría por ello pero yo no. Lo conozco.
Tal y como pensé, Kael le da la espalda al decano y se aleja lo más rápido que su cojera le permite. Tengo que reunir todo mi autocontrol para no enseñarle a ese viejo gruñón cómo arreglamos las cosas de donde vengo, pero eso sólo empeoraría las cosas y le daría la razón. En su lugar, corro para alcanzar a mi mejor amigo. A pesar de su discapacidad, es más rápido que yo.
— Ya sé que eres tú, Bronte — dice sin voltear a verme y sin detenerse.
— En primer lugar, no me digas así; y en segundo, ¿podrías ir más despacio?
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Perfect Imperfection
Roman pour AdolescentsChrystalle no es quien dice ser. Todo el tranquilo pueblo de Brownsville la conoce como una chica admirable, callada, enfocada. No conocen a sus padres, ¿para qué? De seguro tienen un trabajo sencillo pero honroso. Tal vez en alguna oficina o puede...