¡Cambiarte! (Once-Ler & Tú)

❁ Arrepentimiento ❁

-Once-ler... ¿qué hiciste?- miraba la enorme fábrica para luego esquivar una de sus monstruosas máquinas

-Joven __________, me temo que ahora el trabajo es bastante difícil, si quieres volver a casa, te llevaré- Lorax me miraba con desdén

Miré el suelo un momento, luego metí mi mano a uno de mis bolsillos y saqué la foto que nos había tomado a Once-ler y a mí.

La miré con tristeza, extrañando a quien solía ser mi amigo, pero no sé sentía como haber perdido solamente un amigo.

-No, tengo que hacer esto, si no...- guardé la foto -¿Cuánto tiempo queda?- lo miré

-Un par de horas...- asentí

-Bien, tengo suficiente entonces- comencé a caminar

-¿A dónde vas?- me siguió

-No voy a dejar solo un árbol, ver cómo aniquila uno tras otro es doloroso, ¡le pondré fin a esto ahora!- al estar ante las escaleras que daban a la oficina de Once-ler recordé algo

-Si, era una cuerda hecha de paja, sonaba bien, pero se rompió a la quinta nota- reímos ambos -te toca contar a ti- me sonrió mientras tocaba algo su guitarra

-Bueno, yo me dedico principalmente a la escuela, hasta hace unos días que llegué aquí con Lorax

-¿Escuela?, entonces si eres una chica normal...- alzó una ceja -¿Cómo terminaste aquí?

-Es... una larga historia, pero principalmente me alegra haberte conocido, eres agradable- de fondo, Lorax nego con la cabeza y rodó los ojos

-Oh, muchas gracias, también me pareces alguien agradable, eres maravillosa- me sonroje al instante de sus palabras -¡No, no!, eh, no quise decir eso... Bueno si eres maravillosa y linda... ¡Pero no--

-Fideo, ya cállate- Lorax comenzó a reír

-Yo puedo, se que puedo, tengo que apurarme- subí las escaleras rápidamente

Al llegar a la enorme y lujosa oficina no había nadie, miré por la gran ventana, tenía una vista más amplia del desastre que había sucedido, mientras esas máquinas cortaban los árboles contados.

En su escritorio había una maqueta, una extraña maqueta que se me hacía familiar, me acerque y para mí sopresa, era Thneedville...

Oh, ahora veo la nada extraña coincidencia.

Pronto ví la enorme puerta abrirse, mostrando al joven que conocí en una ropa que para nada iba con quién se me presentó al principio.

-¿__________?- se quitó unos lentes extraños que traía y me miró sorprendido -q-que alegría verte, tenía un par de días que no nos... veíamos- se aclaró la garganta -¿Qué sucede?- cambió por completo su postura

-Necesito tu ayuda- lo miré algo triste

-Claro, ¿con qué?

-Detén esto, aún estamos-- estás a tiempo- me acerqué a él

-Si tienes algún problema con lo que hago, ¿Por qué no le has dicho al Lorax que use sus entre comillas "poderes" para detenerme?- me miró algo molesto

-Usó parte de ellos, en realidad...

-¿¡Y dónde está su grandiosa magia!?, ¿Por qué no ha parado esto?- alzó las manos

-¡Soy yo!- me miró sorprendido e incrédulo -se supone que yo debería detenerte...

-¿Qué?- alzó una ceja