Relatos 2021

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                                                                                 los zapatos rotos

La tenue y fría luz del atardecer envolvían las ligeras y escurridizas aguas del único riachuelo del pueblo mientras el ruidoso marchar de lentas ruedas enchapadas de metal girando contra las irregulares callejuelas de adoquines de piedra desgastada de las carretas que iban temprano al mercado y otras tantas que volvían cargadas de cajas de madera se encontraban entre sí, se mezclaba con el croar de ranas y las ramas desnudas de los árboles en las cercanías de las aguas brillantes usadas para mover las pesadas y envejecidos molinos en su rodar matutino... 

No muy lejos de ahí se encontraba la pequeña Sofía, niña despreocupada y llena de pecas que huía de los quehaceres rutinarios de cuidar a sus hermanos más pequeños o de ir con su envejecido y manchado saco de tela a buscar cosas tiradas ,verduras que dejaban caer las mismas gentes, prefería andar por las orillas debajo del puente y perseguir ratones desprevenidos a su paso ,aunque siempre sentía molestias en sus pequeños pies ahora le molestaban más seguido porque no tenía más que un par de zapatos rotos que amarraba con un trozo desaliñado de cuerda junto el tener que caminar diariamente en búsqueda de cosas útiles que llevar a su familia, a veces no se preocupaba tanto porque podía calmar el dolor poniendo sus pies en la fría agua , pasaban los días desde siempre con las misma rutina andanza , conocía cada madriguera , alguna de esas tenía su pequeño tesoro de cosas que la corriente dejaba en las orillas; botones de colores vistosos , abalorios de vidrio, una cuchara y hasta un par de viejas tijeras oxidada, tenía su escondite para evitar la ira repentina de sus padres los cuales dejaban a veces marcas en su piel o por sus constantes regaños contra ella por el descuido de abandonar a sus hermanos e irse, a pesar de todo intentaba evitarles molestias con su cuidado, así aprendió a evadir la realidad que tenía haciéndose a un lado -algún día me iré lejos- ... pensaba en sus adentros mientras descansaba de todo sentada en una esquina sobre una caja llena de calabazas mohosas que algún comerciante dejo abandonadas, desde ese lugar lograba ver no muy lejos del centro a un grupo de niños que salían de la escuela cerca de una de los grandes templos decorados con rostros limpios, sonrojados y algunos con sus libros en sus manos, pero lo que más resaltaba de todo eran sus lindos y limpios zapatos. Se dio cuenta que no tenían la misma posibilidad de una vida así tan despreocupada y mejor se fue al riachuelo a seguir evadiendo todo aquello que le ponía de mal humor en veces, en el camino paso un hombre de tantos otros a su lado ignorándola mientras cargaba una pesada caja de madera de la cual una Pera quedo tirada atrás suyo en el suelo, Sofía no había visto tal fruta verde y con apariencia de calabacín ,pensó que tal vez era su día de suerte, la agarro mientras volvía a ver si aquel hombre regresaría pero se perdió de vista en una de las tantas esquinas grises así que la reviso y no vio que estuviera mordida la guardo en su saco de tela que siempre llevaba al mercado cada día porque ser pobre no tiene días libres ni para jugar y menos para soñar.

El aire se arremolinaba entre sus cabellos largos y enmarañados, mientras sus pies se dejaba aliviar por las frescas aguas, metió su mano en el saco y ahora en su soledad sin hermanos o padres sostenía aquella fruta fresca entre todo lo que había logrado encontrar ese día la miraba como un exótico tesoro la olfateo y justo antes de darle un mordisco un ruido en uno de los arbusto muy cerca la hizo mirar con curiosidad pero no vio moverse nada fuera de lo normal

– el viento- pensó que sería algún ratón o quizás un gato callejero como de costumbre , volvió de nuevo a centrar su atención y otra vez se escuchó el arbusto, ahora la intriga de niñez había aparecido dejo la fruta de lado y con un palo se acercó sin apenas hacer ruido , cuando logro asomarse y mover parte de las ramas vio solo una caja de madera muy vieja casi desecha por el tiempo pero aun así mantenía su forma de lado estaba sin una tapa y lo más importante, algo se escondía en su interior, quiso meter algo dentro de aquella oscuridad pero una voz chillona le dijo - "NO"- cortante y fría, Se echó para atrás un momento, espero unos momentos - los gatos no hablan- pero volvió y rodeo la caja esperando que la misma voz le dijera algo más, no sentía miedo porque no conocía eso que estaba adentro , solo sentía curiosidad, volvió y golpeo la caja suavemente con otra rama marchita seguidamente se oyó la voz

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⏰ Última actualización: Oct 26, 2021 ⏰

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