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Cuando vieron el cielo teñirse de naranja y rosa, decidieron que era hora de volver a sus hogares, llevaban desde muy temprano en el lugar e, inevitablemente, los tres estaban cansados. Se dirigieron al auto, dejando a Minho dormitando en los asientos de atrás.

La relajante música que a un bajo volumen salía del reproductor del auto los tranquilizaba y, sin necesidad de hablar, en un cómodo silencio se encontraban. El más pequeño, finalmente estaba completamente dormido, Wooyoung batallando con sus párpados para que estos no se cerraran y San, bueno, el simplemente estaba obligado a no sentir sueño. El mayor, al percatarse de la guerra que estaba teniendo el castaño en ese momento con sus ojos, preguntó.

-Wooyoung-ah, ¿Por qué no duermes? Debes estar cansado.- lo miró de reojo.

-Es que no quiero causarle problemas, como ya se dió cuenta, soy difícil de despertar, no quiero frustrarlo si llegamos y estoy dormido.- dijo con un puchero, mirando el camino por donde iban.

-Pequeño, vamos, no me causarás ni problemas ni frustración, vamos, duerme, si quieres puedo arreglar el asiento para que estés cómodo.- un ligero sonrojo tiñó las mejillas del bajito.

-Oh, no, no hace falta, gracias.- Jugó con sus manos en su regazo. Y la conversación murió ahí porque, minutos después, el castaño cayó dormido y San realmente no tenía ganas de hablar solo. 

^_^

Llegaron al edificio donde vivía el menor, el pelirosa aparcó el auto y observando a Wooyoung, suspiró.

-Pequeño, ya llegamos.- desabrochó el cinturón de seguridad y lo sacudió con cuidado, el menor soltó un sonidito pero, como se esperaba, no despertó. El alto pasó una de sus manos por su cara.- Dios, otra vez no, por favor.

Cuando por fin San logró despertarlo, Wooyoung le invitó a tomar un café, por lo que, ellos y Minho, se encontraban en camino al apartamento del bajito. El menor abrió la puerta y se quitaron los zapatos.

-Hyung, si quiere lleve a Minho a mi habitación mientras yo hago el café.- habló en voz baja, observando al niño dormir en los brazos de su padre.- es la puerta que está al lado izquierdo del pasillo.- dejó su bolso en el respaldo de una silla y el de las cosas de Minho, sobre la mesa.

-Ok, está bien, gracias, pequeño.- dijo y se dirigió al lugar indicado. Cuando Wooyoung vió al mayor desaparecer por el pasillo, fue a la cocina y se dispuso a hacer el café.

Minutos después, el de menor estatura habló.- ¡Hyung! ¿Le gusta el café con leche?- levantó el tono de su voz.

-Estoy aquí, no tienes porqué alzar la voz, y sí.- entró a la cocina ante la atenta mirada de Wooyoung, quién sonrió un poco.

-Lo siento, no sabía que estaba aquí.- habló al mismo tiempo que sacaba la leche del refrigerador.

-¿Por qué te disculpas? Tranquilo.- sonrió siguiendo todos los movimientos del castaño.

-Ya está, ¿Quiere galletas, pan?- dejó dos tazas en el mesón.

-Mmm... Galletas, ¿Son dulces?

-Tengo dulces y saladas, pan dulce y de sandwich.- dijo abriendo la puerta de uno de los estantes y, con las bolsitas de las galletas en las manos, le preguntó.- ¿Que quiere?

-Ah, Las galletas están bien, las dulces, gracias.- le sonrió y bebió un poco de una de las tazas.- supongo que te gusta lo dulce.

-Supone bien, hyung.- dijo, y con la bolsa de las galletas y su café en manos, se dirigió a la mesa, siendo seguido por el mayor.

a babysitter and a single dad ;; SanwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora