Curiosity || Lashton

Experiment.

Luke se dejó caer en la cama con el mando de la consola en mano, Ashton imitó su acción, posicionándose a su lado. Luego de unas partidas, la mayoría ganadas por el rubio, Liz entró a la habitación con una bandeja que contenía dos vasos de leche y dos rebanadas de budín de naranja.

- Eres la mejor mamá del mundo - la elogió Luke abrazándola. Liz rió.

- Lo sé, corazón, que lo disfruten - y cuando ella salió de la habitación, el ojiazul le pasó uno de los vasos y una de las rebanadas a su amigo, quien empezó a comérsela al instante.

- No hay nada mejor que los budines de tu madre - habló Ashton luego de beber un poco de leche, Luke le dio la razón. - Excepto las galletas de miel de mi mamá.

- Yo creo que estarían en el mismo nivel - dijo el rubio luego de pensarlo un poco. Terminaron en silencio y dejaron los cubiertos en la bandeja, volviendo a tomar los mandos.

- Oye, Luke - habló de repente.

- ¿Mhm? - musitó Hemmings, muy concentrado en su partida. Ashton bufó y colocó el juego en pausa. - ¡Hey! Mi Mario iba ganando - protestó.

El castaño rodó los ojos.

- No me has dicho de qué se trata tu plan - le recordó. Luke chasqueó los dedos, recordando, y entrelazó sus piernas. Ashton imitó su acción frente a él.

- Podríamos hacer un experimento, ambos, me has contagiado de tu curiosidad -

El castaño enarcó las cejas.

- ¿Y cuál sería el experimento? - preguntó interesado, Luke sonrió.

- Haremos una lista de cosas que generalmente debería hacerse con una chica, y las haremos con una chica y con un chico, finalmente ganará con quien nos sentimos más cómodos y sabremos lo que somos - explicó con simpleza.

Y por un minuto Ashton creyó que funcionaría.

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★ Abrazos.
★ Caricias.
★ Besos.
★ Ya tú sabes.

Ashton leía y releía la corta lista de su amigo aquella mañana siguiente en la escuela, completamente inseguro. Luke lo miraba expectante.

- ¿Y bien? -

- Ya no estoy tan seguro de esto - el castaño se encontraba realmente nervioso.

- Sólo necesitas un pequeño empujón de valor, ¿no quieres aclarar tu mente ahora? Hagamos esto o esperemos a que algún dios nos mande a la persona indicada.

- Eso podría tardar años - bufó el Irwin. - Está bien, hagámoslo.

El rubio aplaudió contento.

- Bien, ahora lo que tendríamos que ver es con quién lo hacemos - dijo y Ashton lo miró asustado.

- ¿Cómo hacemos eso? - preguntó.

- No lo sé, tal vez deberíamos buscar personas a quienes les gustemos - respondió el ojiazul recargándose en los casilleros.

Ashton hizo una mueca y cerró su casillero.

- ¿Y a quién demonios le gustaría yo? - preguntó el castaño. Luke mentiría si dijera que aquello no le había dolido.

- Podrías gustarle a quien quisieras, Ash -

El de ojos hazel le sonrió levemente.

- Gracias, Lukey -

El rubio sonrió y se puso a pensar mientras ambos se dirigían a clase de Literatura que, afortunadamente, tenían juntos.

- ¿Qué tal Amy? La escuché hablar con Aleisha sobre que le gustabas - propuso el ojiazul.

Ashton tragó saliva, esa chica no le agradaba. No era fea, sin embargo.

- ¿Y tú? - le preguntó sin responder a su propuesta.

- Aleisha - el rubio se encogió los hombros. - También la oí decir que yo le gustaba.

El castaño soltó un bufido. Luke lo miró.

- De todas las chicas en este colegio a las que le gustas ¿tenías que escogerla a ella? - preguntó algo molesto y el rubio rió, bien sabía él que a su amigo le agradaba menos aquella rubia que Amy.

- Es sólo un experimento, ¿recuerdas? -

- Suena hasta cruel - Ashton hizo una mueca que rápidamente se convirtió en una sonrisa. - Sí, ella está bien.

Hemmings volvió a reír.

- Bien, ahora quedaría elegir un hombre -

Ashton volvió a tragar saliva sonoramente.

- No creo poder besar a un hombre, al menos no de aquí - dijo con sinceridad, y Luke asintió.

- Estoy en las mismas - el rubio le sonrió nervioso.

- ¿Seguro? Chloe dice que le gustas a Michael Clifford -

Luke lo miró confundido.

- Él se ve incluso más heterosexual que mi padre - dijo. El castaño rió.

- Yo pensé lo mismo - dijo. Ambos llegaron a su aula y se sentaron en un par de pupitres que se encontraban al fondo, en una esquina, era habitual.

- Realmente no sé, Ashton, tal vez podríamos pedirle ayuda a Chloe con los chicos - sugirió pero vio a su amigo muy pensativo. Golpeó levemente su brazo, llamando su atención. - Hey, ¿en qué tanto piensas?

El de ojos hazel se encogió los hombros, un leve rubor presente en sus mejillas.

- Sólo pensaba en que... tal vez... podríamos intentarlo... los dos, ya sabes, somos chicos y nos tenemos confianza - Ashton se mordió el labio y miró con cuidado a su amigo, quien tenía la vista fija en algún punto indefinido del pupitre, pensativo, considerándolo.

- Sí - sonrió finalmente y lo miró, también con un leve color en los pómulos. El de ojos hazel suspiró aliviado.

Y ambos se sonrieron.

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