T/N, una cantante novata con tendencias suicidas escapa de un secuestro.
Entre tanto alboroto, se involucra con dos pelmazos que le arrebatan una "oportunidad única", los sádicos hermanos Haitani.
Sin querer, el lazo que los unió se estrecha y los s...
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Yosen High School 9:30 AM
—¡No es justo! ¡Llevas una racha de tres veces seguidas! —se quejó molesto su compañero—. Seguro es trampa.
—No seas mal perdedor —intervino un castaño—. Ya sabes que nadie le gana y te atreviste a retarla.
—Sí, acepta tu derrota Matsu —apoyó el tercer chico—.
—Es humillante, una chica me ganó en póker —dijo resignado—.
Era temprano, se suponía que todos debían estar en clase, pero algunos chicos se reunieron para jugar cartas y fumar cigarrillos detrás del edificio de segundo año. Las apuestas estaban prohibidas y si te descubrían con cartas podías ser suspendido o hasta expulsado, era algo que por supuesto no les importaba, sólo vivían el momento.
—¿No vas a reclamar tu premio? —preguntó el castaño—.
—Matsu, sé que no tienes dinero, págame cuando puedas —dijo amablemente T/N—. Sin intereses.
Los presentes se pararon de las bancas. T/N fue la primera en irse, tenía algo de prisa para llegar a su siguiente clase. Se saltó dos clases, estaba permitido hacer eso de vez en cuando, pero tampoco podía abusar.
Por el pasillo, escuchó el alboroto de algunas chicas emocionadas.
—¿Viste a esos dos? —preguntó una chica de pelo ondulado—.
—¡Sí! ¿No son guapos? —contestó su amiga—.
—¿Crees que le agrade si le hablo? —habló otra chica—.
—Espera, ¡yo los vi primero! —se quejó su receptora—.
En el camino T/N se preguntaba quiénes podían ser tan "guapos" para alterar a todas las chicas que les veían.
Llegó al último pasillo donde se encontraba su salón, pero un tumulto en su mayoría de compañeras, le impedía el paso.
«¿Qué está pasando?» se decía fastidiada.
—¿Son de último año? —pregunta alguien—.
—No los había visto, de hacerlo jamás se me olvidaría —suspiro una compañera a su lado—.
T/N intentó pasar entre el gentío, apartando a algunos, empujando a otros. Sólo quería ir a clases y ya.
En el centro de la muchedumbre, había dos chicos aparentemente apenados. T/N se detuvo en seco al reconocer a uno de ellos.
Pasó al lado de ellos (ya que no tenía otra opción), tapando su rostro con la mano, pero sus intentos por no ser reconocida fallaron.
—Mira quién está aquí —habló el chico de lentes—.
—Es la valiente chica loca —se burló el de trenzas al tiempo que la tomaba del brazo—.
