Ｆｌｙ ｈｉｇｈ [KookTae]

01

"Necesitas dar una buena imagen siempre, la mejor imagen es cuando te ven por primera vez."

🪼

"Necesitas dar una buena imagen siempre, la mejor imagen es cuando te ven por primera vez."

Desde el primer día que Taehyung conoció a Jungkook, resonaron en su mente esas palabras sabias sobre la importancia de la primera impresión. Ese consejo, arraigado en su conciencia desde el inicio de su relación, se mantenía como un faro en sus momentos más oscuros. Taehyung se esforzaba por mantener una imagen impecable, aún cuando las sombras de su vida personal comenzaban a oscurecer esa fachada.

Descendió las escaleras con la cautela de quien sabe que cada paso cuenta. Su mirada se posó al final de la escalera, donde Jungkook se acercaba con una determinación que Taehyung no podía ignorar. Un aroma embriagador de alcohol flotaba en el aire, provocando una expresión de disgusto en Taehyung. El licor no era bienvenido en su paladar, y Jungkook estaba al tanto de ello.

—Lo sé, cariño, sé que no soportas mi aroma. Pero esta noche, quiero elevarte al cielo.

—Jungkook, deja de decir tonterías y ven a ver la cena que preparé.

Taehyung había preparado con esmero una cena especial, un intento de reconectar y sanar las grietas de su relación. Sin embargo, Jungkook, inmerso en su estado de ebriedad, no parecía dispuesto a apreciar el esfuerzo. En lugar de ello, le tomó el mentón y selló sus labios en un beso apasionado, dejando a Taehyung sin aliento. El calor de la pasión momentánea contrastaba con la frialdad de la realidad.

—No deberías tomarme el pelo, Kim Taehyung, o mejor dicho, Jeon Taehyung. ¿Alguna vez te he dicho que me vuelves loco?

A pesar de las palabras llenas de emoción, Taehyung no podía confiar completamente en la sinceridad de Jungkook. Parecía que sus encuentros más íntimos solo ocurrían bajo el influjo del alcohol, lo que dejaba a Taehyung con la duda de si estas muestras de afecto eran genuinas o solo una ilusión creada por el licor.

Jungkook envolvió la cintura de Taehyung, uniendo sus labios en un beso que alcanzó una intensidad única. Levantó a Taehyung y lo llevó hacia la habitación, donde lo sentó en la cama mientras Jungkook comenzaba a desprenderse de su camisa. Cada músculo de su abdomen estaba finamente esculpido, sus brazos emanaban una fortaleza deseada por muchos.

—Jungkook... —Susurró Taehyung, y Jungkook se quedó inmóvil, indicando que Taehyung continuara. —¿Por qué siempre terminamos teniendo sexo solo cuando estás borracho?

—¿Consideras que es solo sexo? —Comentó Jungkook arrodillándose frente a Taehyung, tomando sus manos. —Para mí, es más que eso. Desde que nos casamos, solo he compartido ese nivel de intimidad contigo. Puede que no me creas, pero no soy infiel, no tengo amantes ni pago por sexo. El alcohol tal vez sea un pretexto, pero para mí, es hacer el amor.

Taehyung se sumió en un silencio reflexivo. Hacía mucho que no escuchaba palabras reconfortantes de Jungkook, y aunque le faltaban las palabras, la duda se disipó, dejando espacio para una conexión más profunda entre ambos. Las palabras de Jungkook retumbaban en su mente, desafiando las barreras que había construido para protegerse.

—A veces, creo que te aferras a la botella para expresar lo que no puedes decir sobrio, ¿no es así? —Murmuró, rompiendo el silencio mientras acariciaba el rostro de Jungkook.

—Tal vez. Pero, cuando estoy ebrio, siento que nuestras almas se encuentran sin miedo. Es como si el alcohol fuera el puente que nos permite ser vulnerables y auténticos el uno con el otro.