Si tan solo la realidad fuera.....

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*¡Ching! ¡Ching!*

El sonido del roce entre unas viejas y pesadas cadenas puede ser escuchado en cada rincón de esta fría y oscura habitación oculta del mundo, quien la vea pensaría que este pequeño espacio de nomás de 4 metros cuadrados es completamente inhabitable y aún así, un ser de calor y sangre roja se encuentra tirado junto a una cama hecha de cojines viejos y papel periódico. Un pequeño niño es quien está haciéndo ese ruido que junto al goteo de una fuga en la tubería inundan la habitación, este niño sin rostro ni nombré, se está levantando del frío suelo.

Sus ojos acostumbrados a la oscuridad del lugar exploran cada área y ricón, de pronto se escucha un ligero sonido, como el de una bestia moribunda quien ha pasado varios días sin probar un solo gramo de nutrientes y proteínas.

*Grrrg*

Este ligero y certero sonido proviene del vientre del niño, tiene hambre ¿Cuando fue la última vez que comió algo? No lo sabe, no tiene concepción del tiempo, ni siquiera sabe lo que es.

Frente a el dentro de un plato hondo de lata color plateado y bordes de caucho negro se encuentra un pan, "alimento" piensa el niño, pega un brinco y hace saltar el plato el cual genera un ruido fuerte y estridente, pero a nadie le molesta el sonido, no hay nadie cerca en un estado consciente como para que le moleste, está habitación contra a la predicción de cualquiera, está completamente ensordecido, ningún tipo de ruido, gritó, tintineo o súplica saldrá de aquí e incluso los olores, es una habitación cerrada herméticamente, la única ventanilla ubicada en lo alto de una pared fue completamente sellada hace varios años, a pesar de haber sudo hace tanto el niño al verla puede recordar ciertas cosas, como las voces de otros niños, el sonido del motor de un vehículo a combustión y algo brillante en el cielo, el niño no lo sabe pero es el sol.

Está satisfecho, ha saciado su hambre usando sus manos para agarrar el pan y su boca para devorarlo, pero, tiene sed, por suerte en ese pequeño espacio oscuro y frío hay un recipiente repleto de agua, el niño se precipita a el haciendo sonar las cadenas al hacerlas colisionar contra el piso, pero no hay nadie a quien le importe el ruido. El niño toma el recipiente entre sus manos y usa cada uno de sus ocho dedos para evitar derramar el agua, la bebe, ahora está saciado, sin hambre ni sed, pero la realidad es distinta.

Solo el comería un pan en ese estado, amargó, tieso, duro y mohoso, incluso diría que desprende un olor nauseabundo, ¿Quien comería algo así? Muchos preferirían morir de hambre a comer algo en ese estado o eso es lo que dicen y piensan. El agua es un caso muy especial, nunca nadie le ha llenado el recipiente ni una sola vez desde que se encuentra ahí, pero siempre tiene agua, un poco amarga y con un sabor peculiar, pero a la larga cualquiera se acostumbra, el recipiente por azares del destino se pocisiono justo debajo de la gotera y la primera vez que el niño vio agua ahí estuvo maravilla, magia, un milagro o como quieras llamarlo pero desde ahí aquel joven ha evitado mover el recipiente de su zona, no sabe que pasaría si se llegase a alejarse mucho de ahí, por lo cual siempre tiene un especial cuidado. Así es, si el recipiente no se hubiese colocado en ese lugar el niño hubiese muerte de deshidratación hace ya varios años, ¿Acaso esto lo que llaman buena suerte? O tal vez sea lo opuesto.
Está es su vida, es su rutina, no conoce más haya de esto, es su normalidad y para el está bien e incluso si no lo estuviese no lo sabría.

"Hmmm"

Un ruido familiar acaba de ser producido dentro de la habitación, ¿Que es eso? ¿Dónde lo he escuchado antes? La curiosidad inunda la mente del niño y no para de hacerse preguntas. Al fondo de la habitación, en la parte más oscura puede verse una mancha oscura, es alargada, tiene una extraña silueta.

"Hmmm"

El niño ya sabe que es pero no sabe quién ese. La mancha negra se levanta y empieza a abandonar su espacio, camina lentamente, se dirige a las escaleras, el niño la ve, desde sus ojos es una enorme mancha negra con una extraña silueta, no puede ver su rostro, pero sus ojos le llaman la atención, siente una extraña atracción por ellos, son como los suyos, unos ojos llenos de soledad, tristeza y desesperación. La extraña mancha de silueta extraña es una mujer alta y delgada, de pelo hasta los hombros con unos hermosos ojos de un color negro y profundos.

La mancha negra intenta posicionar su mano en la cabeza del desprotegido niño pero a medio camino desiste, sus ojos se volvieron más tristes, decidió seguir caminando, sube por las escaleras, abre la puerta, la luz empieza a inundar la habitación, el niño cierra los ojos, tanto brillo es molesto para el, duele. La extraña mancha negra ahora está envuelta de luz, se ve radiante, divina, pero el niño no lo sabe, porque tiene los ojos cerrados. Esa mujer quien está parada en la puerta vistiendo una blusa verde, sucia y hecha pedazos junto a un pantalón de color caqui, roto de una basta y con manchas oscuras, de rostro hermoso pero magullado, de piel de porcelana pero vencida, de una hermosa test blanca manchada de rojo, verde y morado, con grandes ramas en sus brazos y espalda es la madre de aquel pobre niño desamparado.

Dijo unas palabras que el niño no pudo entender y cerro la puerta, tras esa puerta se halla el demonio, ¿Acaso luchará contra ese monstruo que ha estado aterrorizando la vida de este pobre niño? Eso sería lo ideal, pero la realidad no siempre es lo que esperamos.

El niño no lo sabe, pero tras esa puerta, cosas terribles han ocurrido. Se escucha el sonido de una botella romperse, alguien grita desde el fondo de su alma, son ruidos de dolor, agonía y una profunda tristeza, seguido de un llanto desgarrador lleno de impotencia y penuria, de repente, silencio, un largo e incómodo silencio, el dolor, tristeza, sufrimiento y agonía ha terminado, a cambio de una vida se hizo el silencio, de pronto se escuchan gruñidos, como si de un cerdo en celo tratase, esos gruñidos se mezclan con el chocar de madera y una fuerte y pesada respiración, todo esto ocurre ahora tras la puerta, pero el niño no lo sabe, solo juega con sus cadenas esposas a sus pies.

Todo volvió a la normalidad, está oscuro y hace frío, el ruido del agua goteando envuelve a la habitación....., todo se torna oscuro nuevamente y empieza de nuevo.

Oh pobre niño ignorante, quien no sabe del amor ni de las lenguas, ¿Qué hubiera pasado si hubiese entendido las últimas palabras de su madre? Tal vez todo fuera distinto o tal vez no.

"Lo siento, te amo", las palabras que por primera vez salieron de su dulce boca desde hace 9 años, cuando el infierno empezó, cuando el niño aún entendia del amor, cuando el frío y la oscuridad se volvieron su día a día, las últimas palabras de su madre que nunca entendió y no volverá a escuchar.

Es solo un sueño o ¿Tal vez no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora