🍃♡・゚:*。.:* «12»

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Otro suspiro frustrado escapo de los labios de Shen Qingqiu, frotándose la frente con sus dedos mientras dejaba el libro polvoriento que tenían es sus manos a un lado

Los demonios bajo el mando de Binghe, habían visto llegar a el señor del pico Qing Jing temprano en la mañana a el palacio Huan Hua, buscando información acerca de un tema y sabiendo el poder que tenía él señor del Pico sobre su lord, obviamente no le negaron el paso, su mismo señor había dicho que él tenía permiso de ir a dónde quisiese y hacer lo que quiera

¿Quién sería lo suficientemente estúpido como para ir en contra de la palabra de su señor?

Primero fue a la sección prohibida de la biblioteca demoníaca, todo registro sobre arma o familia real estaba escrito en más de trescientos libros, él mismo, uno por uno, tuvo que desempolvar esos libros ya que nadie aparte de Binghe los leía

Empezó a buscar información hacerca de Xin Mo, tuvo que pasar página por página ya que gracias a cierto autor, el maldito internet todavía no había sido inventando, ni ningun servicio eléctrico que le permitiera entrar a Google o buscarlo en grupos de los fans

Más de 5 horas buscando y no encontró nada referente a la espada demoniaca, ya que principalmente se creía que está había sido un invento de historias de fantasía, sus conocimientos también eran pocos, solo conocía que estaba oculta en el abismo, era demasiado poderosa y que Binghe era el único que lograba dominarla

Tampoco encontró el como podría lograr regresar el alma de Binghe a su cuerpo y tampoco a sus demás compañeros

Dejando de lado los libros, se levantó para salir de la biblioteca y caminar hacia la oficina de su esposo para tomar un pequeño descanso, normalmente leer varios libros no era problema para él, era crítico de novelas en línea, leer Miles de capitulos con cientos de palabras y dar un comentario de más 500 palabras con buen argumento

Definición esto no era nada, lo único malo era que talvez su mente no se cansaba, pero su cuerpo si, podría estar leyendo una novela interesante pero su espalda empezaría a doler por estar tanto tiempo sentado en la misma posición

Además de que sin Binghe, Mobei Jun o Sha Hualing (que quien sabe dónde se encontraba) ahora él era quien se encargaba de la mayor parte de controlar el reino demoniaco, el trabajo de Binghe definitivamente no era fácil o menos estresante que el suyo

Solo pensar que llegaba a casa pidiendo mimos y él por su delgada cara solo le daba una pequeña parte de lo que merecía...le daba tristeza, nuevamente ese sentimiento en su pecho que últimamente lo poseía

Una vida sin Binghe es vacía para él, nesecitaba a ese pequeño cachorro de su esposo besandolo, peinando su cabello, sus detalles...su voz...

Al entrar a la oficina de Binghe se acercó a su escritorio sirviéndose el mismo un poco del té que estaba ahí, aún caliente por un hechizo del menor, las luces eran cómodas y ya era casi medio día, se daba cuenta con solo mirar el reloj de arena a un lado del gran escritorio

La silla de Binghe era grande para él, sonrió ante tal pensamientos dandose un poco de aire con su abanico

Tomando el colgante en su cuello, acaricio el jade suavemente, si Binghe le había enviado su objeto más preciado con Liu Mingyan significaba que estaba bien, en dónde quiera que esté...

Tomando otro sorbo de su té, trato de dejar de pensar en eso para evitar llorar nuevamente

Con algo de pereza bajó la mirada hacia los cajones del escritorio, recordaba haberlo visto guardar unos papeles la última vez que lo visito antes de que se distrajera, acercó su mano y trato de abrir uno de los cajones, pero parecían estar cerradas con llave

『 Mi Torpe Shizun●♡』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora