Mi dulce Tentación

CAPITULO 2

Emilio

Me desperté al siguiente día con una sonrisa en mi rostro, había soñado con Joaquín, aquel hermoso chico de ojos miel y un trasero enorme. Fue un sueño bastante intenso pues me desperté con el miembro erecto.

-Mira lo qué ocasionas Joaquín.

Me sonreí con picardía y me quite el boxer que traia puesto y comence a tocarme. Me tocaba pensando en Joaquín, en sus preciosos ojos miel y en aquéllas nalgas que sé cargaba, cuánto daría por estar dentro de él y hacerle el amor toda la maldita noche.

Seguía pensando en tantas cosas que le haría que en menos de lo que pensaba me corrí. Me corrí imaginandomelo debajo de mi, gimiendo mi nombre con su dulce y deliciosa voz aguda. Esa corrida se había sentido tan bien y mejor se sentía si lo había hecho pensando en Joaquín. Me sentía tan enfermó y tan pervertido pero al mismo tiempo me sentía tan afortunado de haberme cruzado con Joaquín, el chico era hermoso y no iba a estar tranquilo hasta tenerlo bajo mis sábanas.

Me levanté de la cama y fui directo al baño a darme una ducha y prepararme para irme a trabajar y en todo este tiempo estuve pensando en Joaquín, me había dejado muy caliente y no hacia otra cosa qué en pensar en volver a verlo. Aunque éso era algo prácticamente imposible, el chico lo que tenía eran 18 años y si Eduardo se llega a enterar que yo lo que quiero es tirarme a su hermano me va a matar, tenía que conformarme con sólo mirar el muñeco desde el aparador y esperar a que me enviará un mensaje o me llamará, lo cuál aún no había hecho pero bueno le daría su espacio quizá se asustó por yo ser mayor qué él.

Cuando ya estuve listo tomo mis llaves y salgo directo a mi empresa. Entro a mi oficina y comienzo con el trabajó qué tenía para el día, siempre pensando en los ojos miel de Joaquín.

Éste niño al parecer iba a ser mi perdición, era cómo el fruto prohibido del Edén. Sentía tanta atracción y tantas ganas de morderlo pero esta prohibido hacerlo.

O bueno estará prohibido hasta qué Joaquín me diera luz verde, y por lo que vi ayer el chico es una pequeña joyita, una qué tendré en mi cama muy pronto, de eso estaba seguro. Joaquín sería mío y algo me decía que eso sería mucho antes de lo que tenía estimado.

-Oh Joaquín, serás mío pequeño.

Encendí la computadora y comencé a trabajar, pensando nuevamente en el hermoso cuerpo del pequeño ojimiel.

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Joaquin

Estaba sentado en uno de los pasillos de la Universidad juntó a mi mejor amigo a quién le estaba contando sobre lo hermoso y caliente que era Emilio.

-Te digo Sian es un hombre tan hermoso y tan caliente. Es perfecto, tiene unos brazos tan musculosos, sus ojos son de un verde esmeralda hermoso, tiene una espalda tan ancha y su voz. Díos Sian tienes qué escucharlo hablar, te juró qué se te irá lo heterosexual a la mierda sí lo escuchas hablar.

-No gracias Joaquín, me gustan las tetas, el pene no entra en la lista de cosas que me gustaría comerme.

-Éso es porqué aún no has visto a Emilio, el tipo es perfecto te lo juró Sian. Me lo he estado imaginando de todas las maneras posibles y estoy casi completamente seguro de qué su pene es enorme, y si así es sería tan perfecto tenerlo dentro de mí.

-Por favor Joaquín, no me cuentes ésas cosas. No me importa cómo la tiene.

-Es cierto, aquí lo importante es qué me dio su número de teléfono, quedó loco conmigo estoy seguro de eso.

-¿Lo llamaste o le escribiste un mensaje?

-No, la verdad no lo hice.

-¿Y porqué no lo hiciste? Sí el te dio su número de teléfono fue porqué también le atraiste, estoy seguro qué mataría por recibir un mensaje tuyo.

-Pues sí, tenía ganas pero no me voy a ir tan fácil Sian. Sabes qué cuándo conozco a alguien me gusta saber de dónde salió, se que le guste lo vi en sus ojos pero quiero dejarlo en la espera un rato.

-Eres malo Joaquín, estoy seguro qué el tipo esta ansioso de hablarte y tu lo tienes esperando.

-Pues sí, le hablaré cuándo yo quiera. El me gusta mucho también Sian y no sabes las ganas que tengo de estar con él. Pero lo dejaré unos días más esperando.

-Estoy seguro con lo qué hiciste para que el observara tu trasero logró que se pajeara a tu nombre estoy casi seguro que así fue. Con lo fogoso que eres se que lo que hiciste fue suficiente para dejarlo caliente.

-Estoy seguro de que así fue y no me molesta para nada que se hiciera una a mi nombre. Me calienta el solo imaginarmelo tocandose pensando en mí.

-Eres un sucio Joaquín.

Los dos comenzamos a reír sobre esto. Era extraño que Sian y yo fuéramos mejores amigos yo era extremadamente gay y el era heterosexual al cuadrado. Pero bueno gracias a mí el conoció a su novia y luego de ahí nos volvimos muy amigos lo cuál le agradecía a la vida porque Sian era un gran chico y habíamos hecho una amistad muy bonita a pesar de todo.

-Deberías escribirle un mensaje Joaquín, un simple saludo, no tienes que empezar de una siendo un puto. Hablale y a medida que vaya pasando el tiempo pues entonces saca la puta que hay en ti.

-Tengo una mejor idea ¿Y si le dices a tu primo que te diga todo lo relacionado a Emilio?

-No metamos a Nikolas en tus cochinadas.

-No, o sea sólo pregúntale si está soltero y esas cosas pero que no diga nada porque si mi hermano se entera me va como en feria.

-Esta bien, le voy a preguntar y tan pronto sepa algo te lo digo.

Sian y yo dimos nuestra conversación por terminada pues el timbre que anunciaba el comienzo de clases estaba sonsando. Yo realmente quería hablarle a Emilio pero no la haría todavía, no hasta que no estuviera seguro de donde era y que realmente estaba sólo, yo quería pasarla bien con Emilio sin ningún problema así que tenía que estar seguro de todo.

Lo investigaria por Internet sí era necesario, además ya Sian hablaría con su primo, que por lo que sabía y Eduardo había comentado trabajaba para Emilio, en la empresa, la calentura no me iba a quitar lo cuidadoso. Porqué sí algo era cierto era que en lo único que había pensado desde que conocí a Emilio fue en acostarme con él, pero tampoco lo haría así sin saber nada de él, así que me juré saberlo todo para luego entonces pasarmela muy bien con él.