CAPITULO 8

98 8 7
                                    

Joaquín

El día siguiente ya por fin había llegado y yo estaba desde temprano viendo qué ropa interior ponerme, no sabía si ponerme calzones ajustados o bragas sensuales, tenía de los dos y realmente no sabía que ponerme así que le pregunté a la persona que mejor me conocía en el mundo.

-¿Sí Joaquín?

-Sian necesito ayuda ¿Calzones o bragas sensuales?

-Te diría que calzones pero conociéndote y teniendo en cuenta lo enfermo y pedófilo qué es Emilio creo que las bragas estarían bien.

-Por eso eres mi mejor amigo Sian gracias.

-De nada Joa, ¿Te recojo en tu casa para hacer más real la mentira?

-Por favor y no olvides los condones. A las 5 estaría bien.

-Vale, te veo más tarde Joa.

Terminé la llamada con Sian y busque la ropa que me pondría para esta tarde, estaba demasiado ansioso ya quería estar con Emilio no podía aguantar ni un minuto más, miro el reloj y me doy cuenta que son las 3 de la tarde. Me voy a la ducha a darme un baño y me depilo completo, hoy era el día así que hay que estar sexy.

Luego de una larga duchas salgo y me colocó las braguitas que sabía Iván a volver a Emilio loco. Eran de color negro y tenían encaje a los lados y dejaba mis nalgas a la vista. Esperaba que Emilio le gustaran. Me terminé de vestir colocándome un Jean y una camisa negra sencilla. Me coloque mis zapatos, recogí mis cosas y bajé a esperar a Sian en la sala quién me había escrito un mensaje diciéndome que ya estaba por llegar.

Siento el ruido de la bocina de su carro y salgo inmediatamente. Me subo a su auto y lo saludo con un beso en la mejilla.

-¿Estás listo Joa?

-Creo que sí, estoy un poco nervioso pero creo que estoy bien.

-No te preocupes Joa, mientras haya protección todo va a estar bien.

Yo solo asentí y le di la dirección de la casa de Emilio a Sian. Mientras yo lo llamaba para avisarle que ya iba de camino.

-Hola princesa.

-Ya voy en camino guapo llego en 10 minutos.

-Perfecto, ya está todo listo. Te veo acá muñeco.

Colgué la llamada con Emilio regresa a mi conversación con Sian quién me estaba hablando de cosas sin sentido para que yo perdiera los nervios. Los 10 minutos pasaron algo rápidos pues cuando me di cuenta ya estaba frente a la puerta de la casa de Emilio.

-Bien Joa, hasta aquí llegó yo. Toma tus condones y mucha suerte. Llámame por cualquier cosa ¿Si?

-Gracias y no te preocupes, voy a estar bien.

Me despedí de Sian y camine hasta la puerta de la casa y toque el timbre, segundo después un Emilio semi desnudo me recibió, solo tenía un boxer puesto y eso fue la luz verde que necesitaba. Luego de que cerré la puerta tras de mí me lancé su boca a besarlo con desesperación.

-Mmm Joa, ni un hola tan siquiera.

-Los dos sabemos porque estoy aquí así que no perdamos el tiempo y follame como si fuera la última vez que lo fueras a hacer.

Emilio volvió a mi boca y volvimos a devorarnos los labios como si no hubiera un mañana, me quitó la camisa y luego me subí a él, tenía mis brazos alrededor de su cuello y mis piernas sobre sus caderas. Subimos hasta su habitación y me sentó sobre la cama mientras el quitaba la poca ropa que tenía.

Se acercó a mí y quita mis pantalones y cuando vio mis bragas juré que sentí una gota de su semen en mi muslo.

-Joaquín..... date la vuelta bebé.

Yo me levanté de la cama dejándolo a él en ella y me di vuelta quedando con mi trasero literalmente en la cara de Emilio. El se pasaba la lengua por sus labios y lo mordió mirándome con lujuria.

-¡Demonios Joaquín, me encantas! !Eres tan malditamente caliente!

Yo solo me reí el quitó mi braga de un solo tirón quedando por fin completamente desnudo. Sin previo aviso el enterró su rostro en mi trasero y comenzó a pasar su lengua por mi entrada.

-¡Ahhh papi! ¡Me gusta cómo se siente eso!

Él no se despegó en un buen rato y mientras él me comía el trasero yo me masturbaba. Esto se sentía tan extremadamente bien maldita sea tener la lengua de Emilio en mi culo era bueno, muy bueno.

Emilio dejó de lamer mi trasero y comenzó a darle palmadas y apretarlo con sus enormes manos.

-¿De quién es este culo tan perfecto Joaquín?

-Mmm tuyo.

-¿De quién? No te escucho.

-¡Tuyo papi, mi culo es tuyo!

Emilio volvió su lengua mi trasero para lamerlo durante unos segundos más.

-Quiero que me la mames bebé.

Yo solo asentí rápidamente me arrodille frente a Emilio y sin mucho rodeo metí su enorme miembro en mi boca. Tanto su glande como sus bolas recibieron mi lengua y Emilio gemía tan ronco y tan fuerte y tan sexual, me sentía tan pero tan caliente ya lo quería dentro de mí.

-Papi.

-¿Sí princesa?

-Quiero que me la metas papi.

Emilio sonrío y me acerco a sus labios para darme un beso apasionado. Corto el beso por unos segundos para colocarse un condón. Me acosté en la cama y él me penetró de una sin previo aviso.

-¡AHHH EMILIO CARAJO!

-¿Te gusta verdad bebé?

-¡MIERDA SI, ME ENCANTA. ERES TAN GRANDE! ¡MMMMM PAPI DAME DURO POR FAVOR NO TE DETENGAS!

Emilio comenzó a embestiarme con rapidez y con fuerza. Maldita sea mi vida, si sentir la lengua de Emilio en mi culo es rico, tenerlo dentro a mí es lo mejor del puto mundo. Se sentía también todo esto, Dios mío me voy a correr muy pronto.

-¿Quieres más rápido bebé?

-Sí sí sí por favor papi. Ya casi me corro dame más duro.

Emilio apresuró sus embestidas y a los segundos después nos corrimos casi al mismo tiempo. Él salió de mí con cuidado y tiro el condón por algún lugar de la habitación y se recostó a mi lado. Yo me recosté sobre su pecho y él me abrazó inmediato besando mi frente.

-¿Qué te pareció Joa? ¿Crees que pase la prueba y regresarás?

-Superaste mis expectativas Emilio, me has dado el mejor sexo del mundo. Ten por seguro que regresaré. Desde hoy serás mi papi.

-Me alegra escuchar eso bebé y yo te recibiré con los brazos abiertos y mi pene erecto.

-Eso me gusta Emilio.

Yo bostece y cerré mis ojitos. Siempre duraba un par de rondas pero con Emilio ya estaba muerto literalmente lo que quería era dormir.

-Descansa Joa, se nota que estás exhausto.

-Lo estoy, pero antes voy a bañarme ¿Me esperas o te unes a mí?

-Me uno.

Ambos caminamos hasta la ducha y nos bañamos entre besos y toqueteos atrevidos pero Emilio se dio cuenta de lo cansado que estaba y el término bañándome y llevándome a la cama. Me colocó mi ropa de dormir y lo sentí cómo se recostó a mi lado y me abrazó por la espalda. No me podía quejar de hecho no tenía quejas había sido el mejor sexo de mi vida y definitivamente lo repetiría.

Mi dulce TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora