Ninsun subía lentamente los escalones de su casa, en sus manos llevaba una pequeña bandeja con unos panqueques cubiertos con un poco de jarabe de maple, un jugo de naranja y una pequeña flor en un jarrón de plástico transparente; era un día que nadie olvidaría y ella quería hacerlo lo mas agradable posible para su hijo, llego y golpeo la puerta antes de entrar, su pequeño volteo a mirarla y se fue acercando a ella con sus zapatos en las manos.
- Buenos días Gilgamesh- dijo mientras ponía la bandeja en una mesita de noche.
- Hola mami- el niño se sentó en su cama y le entrego los zapatos a su madre.
- Hoy después de recogerlos los llevare al parque- sonrió mientras terminaba de atarle sus zapatos.
Él no era tonto su madre actuaba extraño, normalmente subiría a su cuarto, le pondría sus zapatos y bajarían a comer el desayuno que su padre dejaba hecho antes de irse a trabajar; no le molestaba que su madre fuera amable al traerle el desayuno pero era extraño, aunque obviamente decidió no ponerle atención después de todo al final del día iría al parque con sus preciados amigos.
- Ten- le entrego el desayuno- Hice tu desayuno favorito y te traje una de las flores que te gustan- Ninsun rió al ver la cara de molestia de su hijo.
- No me gusta esa flor solo me gustan estas- tomo una pequeña cajita de acetato donde se encontraban las flores que una vez formaron una corona; la volvió a poner en el estante donde estaban y miro a su madre sonrojado y haciendo un puchero.
- Entiendo- dijo calmando su risa- Tienes suerte de que esa caja impida que las flores se pudran, pero ahora come o llegaremos tarde al jardín.
Después de dejar a su hijo en el jardín y despedirlo con un dulce beso, Ninsun saco su teléfono y marco a su marido; la conversación fue breve y sin muchas palabras, solo había una frase que destacaría antes de colgar:- Gilgamesh los extrañara.
Las horas en el jardín pasaron muy rápido para los niños, ya eran las dos de la tarde por lo que les quedaba una hora para irse a casa; los tres pequeños compartían una mesa morada cerca a las ventanas donde podían ver hacia el patio mientras dibujaban lo que les habían mandado ha hacer.
- Ya quiero que llegue tu mamá- dijo Arturia mientras sonreía hacia Gilgamesh.
- Yo también quiero que llegue, hace mucho que no vamos al parque- dijo el pequeño rubio a su dulce amiga mientras tomaba un crayón del color de sus cabellos.
- ¿A que deberíamos jugar al llegar?- pregunto la niña.
- Juguemos a las escondidas- propuso Diarmuid, a lo cual los dos niños respondieron con una sonrisa y un enérgico si - ¿Qué dibujas Gil?
- ¡¡¡E...ES UN SE...SECRETO!!!
- Gilgamesh no grites- regaño su profesora con una mirada algo triste, el teléfono de aquella mujer sonó de repente, haciendo que saliera de la habitación.
- Que malo eres- dijo Diarmuid alzando su dibujo para mostrárselo a sus amigos- Yo hice esta casa; cuando crezca sueño con tener una casa grande y con muchos juguetes, ¿Cuál es el sueño que tienes para cuando seas grande, Gil?
- Ya te dije que es un secreto- dijo sonrojado y mirando hacia otro lado.
- ¿Y el tuyo Arturia?
- Yo....sueño con ser tan genial como mi mamá y tan fuerte como mi papá- dijo mostrando a dos garabatos que se suponían eran sus padres y a una niña con rasgos de cada uno.
Los dos niños sonrieron con dulzura provocando que la niña se sonrojara y se molestara, se levanto y se dirigió a la puerta salió al pasillo sin decir nada dirigiéndose a los baños.
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Amigos, enemigos y ....... (Arturia/Saber x Gilgamesh)
FanfictionCuando eran pequeños eran los mejores amigos, cuando fueron creciendo su linda amistad se fue trasformando en odio pero ese odio esconde una dulce historia.