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Capítulo 25: Ronald McDonald se entera de las citas instantáneas

Cuando el sistema entregó a Ben 200 puntos de la nada, pensó que debía haberle dado un reembolso parcial por esa cáscara de plátano. Eso debe haber sido todo. Esperaba que fuera eso ...

Ben salió de la estación de metro hacia Union Square, una famosa plaza de Manhattan. Fue uno de los hitos bulliciosos de la ciudad. Mientras caminaba, observó las vistas: ancianos jugando al ajedrez, artistas vendiendo cuadros, músicos tocando melodías. En medio de este hotspot de arte y cultura, se encontraba una mueca morada de McDonald's, también conocida como Beluga.

Antonio también estaba allí, vestido con una camisa a rayas en blanco y negro.

-¿Es Antonio ... el Hamburglar? Ben miró su propia ropa: un suéter amarillo con ribete rojo ... 'Oh, mierda ... y me parezco a Ronald McF * cking Donald'. Fue una noche temática completamente accidental de McDonald's. Sacudió la cabeza, sin saber si era una buena o una mala señal.

Los tres se pusieron al día y Ben le preguntó sobre algunos problemas que tenía. Según el consejo de Beluga, Ben no llamó a Katie, la chica de cabello rosa, durante unos días después de que tomó su número. De hecho, no llamó en absoluto; Le envió un mensaje de texto 3 días después. Desde entonces, tuvieron algunos intercambios de texto.

Ben se abstuvo de invitarla a salir porque ella dejó en claro que estaba ocupada la semana pasada. Así que planeó configurarlo esta semana. En cuanto a los otros dos números, uno se apagó en la conversación y el otro no respondió en absoluto. Le preguntó a Beluga por qué sucedió esto.

Beluga respondió: "Así es como funciona. Las hembras son escamosas. Incluso si una hembra parecía muy interesada en ti, no significa que irá a ninguna parte. Son como gatos, y en Nueva York ... hay hilo volando en cada dirección."

Él suspiró. "Esa es la naturaleza del juego. Hasta cierto punto, la suerte tiene que estar de tu lado para que nada se interponga en tu camino. Otro problema es ... no puedes parecer desesperado, pero tampoco puedes esperar demasiado . Tienes un tiempo limitado para convertir un número en una reunión porque la vida del plomo del número se degrada. Si esperas demasiado, morirá ".

"¿Cuánto tiempo hasta que muera una pista?" Preguntó Ben.

Beluga se encogió de hombros. "Depende. A veces 1 o 2 semanas. A veces, un par de horas. Las mujeres tienen poca memoria. A menos que les gustes mucho, podrías decir que les gusta 'Deja las cosas al destino'. Si no te conocen antes de que tu impresión se debilite, te pondrán en la categoría de los desafortunados en sus mentes y se olvidarán de ti. No importa por qué no te conocieron, porque las mujeres no lo hacen. "Piensan con lógica, pero con emoción. Luego racionalizan las cosas después de que suceden".

Ben se dio cuenta de que necesitaba apresurarse a organizar estas citas con Katie y Miyuki. Si postergaba más, podría perder esas pistas, y luego su vida como consecuencia.

Antonio agregó algo. "Por eso lo mejor es una cita instantánea".

"¿Insta-fecha?" Preguntó Ben.

"En lugar de obtener un número y sufrir la posibilidad de que la chica se descame o el plomo muera, puedes intentar conseguir una cita de inmediato".

Los oídos de Ben se animaron. "¿Cómo lograrías eso?"

Antonio dijo: "Mira a tu alrededor. ¿Qué ves fuera de la plaza?"

Ben miró las calles alineadas a los lados. Había muchas tiendas, restaurantes, bares, cafeterías. Sus ojos parpadearon en comprensión.

Antonio asintió. "Lo tienes. Una opción es tener una chica que te acompañe a tomar un café rápido. Eso contaría como una primera cita, saltándote todo el molesto paso de convertir un número en una reunión real".

Ben preguntó: "¿Estarán de acuerdo?"

Beluga respondió. "Si no tienen prisa por llegar a alguna parte, no es mucho más difícil que conseguir dígitos. La clave es parecer asertivo, pero no necesitado. Antonio, has estado practicando esto. ¿Por qué no das Ben, un ejemplo ".

Los ojos de Antonio se iluminaron, llenos de confianza. Se acercó a una mujer que estaba admirando algunas obras de arte. Después de varios minutos de bromas de ida y vuelta, señaló detrás de él a un Starbucks. Con un poco de vacilación, asintió con la cabeza con una sonrisa. Los dos entraron a la cafetería y se unieron a la fila.

Los ojos de Ben estaban muy abiertos. La última vez que vio a Antonio acercarse, terminó con un grito de águila calva y mujeres huyendo hacia el desierto. Antonio debe haber estado practicando porque este enfoque actual era impresionante. La consiguió en una cita instantánea en el primer intento. Ben y Beluga entraron al Starbucks y se sentaron en una mesa para poder observar.

La interacción de Antonio fue genial. Mientras esperaban en la fila, hizo reír a la mujer, y pronto recibieron sus cafés y se sentaron.

Un minuto después, la mujer se disculpó y salió, dejando a un Antonio triste mirando fijamente su café.

"Las cosas se fueron al sur tan rápido ..." Ben todavía estaba incrédulo.

Beluga agregó: "Sí, tengo curiosidad por saber cuál fue su estrategia allí ... pedir un venti de agua helada con 7 bombas de salsa de calabaza y la crema batida encima. Fue el principio del fin ..."

Ben frunció el ceño con disgusto. "No olvides los 8 paquetes de Splenda que agregó a mano cuando se sentaron ..."

Beluga negó con la cabeza. "Esa no fue una buena mirada. La gota que colmó el vaso ... fue cuando literalmente sacó la pajita y comenzó a lamer la crema batida en cámara lenta con los ojos cerrados ..."

Ben asintió. "Y el gemido que soltó mientras lo hacía ..."

Ambos se estremecieron.

¿Qué estaba pensando? se preguntaron.

Los tres se sentaron en silencio durante mucho tiempo.