Es difícil comenzar una historia, y más si te trata de tu propia vida, no puedo dejar de escribir líneas y luego volver a reescribirlas, porque no se cómo empezar! Como podre explicarles de lo que me está pasando, si ni yo mismo se que como expresarlo en oraciones que al menos tengan coherencia suficiente para una mejor comprensión? Ven? Soy el único que esta dando tantas vueltas a este tema, y ni siquiera he empezado a escribir lo que realmente quiero contar en estas líneas...! (Y de seguro la mayoría saltarían este párrafo para leer lo que voy poner a continuación).
Todo comienza aquel día en el que ingresé en segundo año de la secundaria, en una escuela diferente, debido a ciertos problemas que tuve en la anterior. Estaba entusiasmado por tener muchos amigos y ser el mejor promedio de mi clase para enorgullecer a mis padres de ser su hijo. Luego de un par de meses, esos dos objetivos que tenía en mente durante el comienzo de clases, se habían desvanecido muy rápido... prácticamente IMPOSIBLES. Primer objetivo: "Tener nuevos amigos", pero en estos meses no logré ni un acercamiento a ninguno de los grupos que se encontraban en mi curso, tanto hombres como mujeres, hablaban de cosas tan diferentes que a la vez estaban muy relacionadas, como por ejemplo: el AMOR (Los hombres pensando en garcharse a una joven de buena figura, y las chicas buscando a un chico bien sexy que las haga arder toda la noche...). La verdad que eran muy huecos para mi gusto mis compañeros, (Y no estoy haciéndome el tipo que se lo sabe todo, en realidad, no compartía ni un interés con ellos) por esta simple razón nació, en estos pocos meses, un apodo perfecto para mí "EL RARITO DE 2DO AÑO B". No solo mis compañeros, hasta los profesores y directivos de la institución obligándome a ir a psicólogos por mi extraño comportamiento que no era normal para un "Adolescente", es más yo no me consideraba adolescente... sino más bien un "Adulto en aprendizaje" (aunque supongo que es lo mismo que la palabra "adolescencia"). Gracias a todo esto, me trataron como un tonto todo lo que restaba del ciclo escolar, incluso al siguiente año... No había ni una persona en el colegio que no conociera a Luka Rus " El rarito". Me costaba mucho adaptarme, y por esto mismo, bajaban mis notas (no porque había dejado de estudiar, sino porque todas las notas de las materias eran de trabajos prácticos grupales que había que exponer, y yo los exponía solo), así que el segundo objetivo quedo anulado gracias a los docentes y sus extraños métodos de "Integración grupal".
No encajaba, no era capaz de hablarles, ni de mirarles.... Me daban miedo, desde un principio, nadie estuvo abierto para que me pueda integrar a un grupo, y eso me molestaba... porque yo era"el problema". Siempre se burlaban o me amenazaban constantemente, sobre decir las cosas que rompían o hacían que iban contra las reglas del colegio a los directivos.
Un dia me habían dicho un compañero: "Eres un homo!!! Te gustan los hombres cierto???"-se reia mientras lo decía, y otro compañero respondió su burla- "Con razón no te gusta nada de lo que decimos en el grupo! G-A-Y!!!"- y el continuo la carcajada del anterior. Las chicas de mi curso se habían acercado, y habían murmurado entre ellas "Que asco de persona". Y yo que me había prometido no llorar, desde aquel dia gris en mi anterior escuela, tuve que romper aquella promesa... me aguante las ganas de llorar para pedir permiso al profesor e luego correr y encerrarme en baño a partir en llanto por lo injustos que fueron conmigo, desde el dia en que llegue hasta hoy, en 3er año de secundaria... parecía un niño pequeño llorando en silencio, necesitaba un consuelo, alguien que me acepte. No volví a clase ese día, directamente fui a la biblioteca para calmar mi tristeza con alguna aventura de un libro. Era la primera vez que había entrado allí y el bibliotecario no me echó de allí para que vuelva a mi aula, sino me recomendó un libro que de segura me iba a gustar, y si que me gustó una de las novelas policiales de Agatha Christie. Pase todo lo que restaba de dia ahí, leyendo e incorporando varios conocimientos junto a mi nuevo amigo el bibliotecario Edward Oswell. Y los siguientes días también iba a la biblioteca, en los recreos claro... y Edward con una sonrisa cálida me prestaba un libro interesante para satisfacer mis ganas de saber.
Recuerdo que una vez, Edward saludó a un joven un poco más grande que yo de edad cuando entró a la biblioteca, también le salude como es debido, (con una reverencia rápida) pero este chico se rio por mi accionar y me despeinó entero diciéndome que no debería ser tan formal con él. No le comprendí, pero solo me quede viendo sus ojos color miel (como embobado). Luego de ese dia, el volvia todo los recreos a la biblioteca, ya sea para tarea o para pasar el rato con charlas interesantes sobre diferentes tipos de temas con Edward y yo. Con el tiempo, Haru y yo no volvimos muy amigos,( digamos que casi inseparables, no podíamos hacer nada sin el otro), esto ponía muy contento a Edward.
Y como era de esperarse a mitad de año, la escuela entera me había emparejado con Haru, con el rumor de que yo era GAY, que fue extendido por todo el colegio. A la entrada no pude aguantar la necesidad de esconderme pues todos me miraban raro y la mayoría comentaba "entonces, de verdad era cierto lo que decían!". Subi las escaleras para escaparme de ese infierno, el patio escolar, e dirijirme a la biblioteca corriendo, encontrando a Haru allí adentro.
"Haru! De verdad lo siento!"-dije arrodillándome en el piso llorando, haru se había levantado de su asiento dirijiendose hasta donde yo estaba acariciando mi cabeza preguntándome porque le pedia perdón, crei que era mas que obvio, le estaba haciendo pasar vergüenza delante de toda la escuela con estos estúpidos chismes! Pero el se acerco a mi levanto mi rostro con su mano en mi mejilla y nuestras miradas se encontraron como también nuestras narices se tocaron.- "Tranquilo..."-decia mientras acariciaba mi mejilla mirándome con sus ojos tan serenos- "No es la primera vez que me pasa esto..."- No lo es? lo miraba buscando respuesta sincera, y este me la daba con esa mirada, me calmé y Haru se separó de mi preguntándome si me sentía mejor y yo sonrojado apenas pude responderle con un- "S-si...."