Destino: Noche de Potter

Capítulo 6: El bien común

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de Harry Potter o Fate Stay Night.

Destino: Noche de Potter

Capítulo 6: El bien común

Gaunt Shack estaba ubicada a las afueras de Little Hangleton y estaba medio escondida entre los bosques. Era de noche cuando llegaron al ruinoso y decrépito lugar donde una vez habitó la vieja familia de sangre pura conocida como los Gaunt. Hermione Granger y su sirviente Lancer se escondieron detrás de los árboles, aparentemente vigilando la residencia. Habían llegado no hace mucho a través de una aparición, no apareciendo demasiado lejos pero no lo suficientemente cerca como para que el pop que acompañaba su llegada pudiera ser escuchado por cualquiera que estuviera cerca.

"Pareces nervioso", comentó Lancer después de un momento de silencio.

"No lo soy", respondió Hermione. "Nunca pensé que llegaría a esto".

"¿Oh? ¿Qué esperabas?" Lancer preguntó con curiosidad.

"No lo sé," respondió Hermione honestamente. "El mundo entero se ha puesto patas arriba últimamente".

Hermione siempre había sido una chica inteligente, aunque incluso ella admitiría que consideraba a los profesores y a los que tenían autoridad con mucho más respeto del que la mayoría de ellos merecía. Todo eso había cambiado cuando convocó a Lancer y entró en la Guerra del Santo Grial. Sabía quién lo estaba viendo sin que la capucha ocultara su rostro y había visto sus recuerdos del Ciclo de los Sueños, así que sabía lo que le había sucedido a lo largo de su vida.

Originalmente había estado planeando entregar la responsabilidad a uno de los adultos 'confiables' como el profesor Dumbledore, pero todo cambió cuando en la noche de luna llena un hombre lobo atacó su casa. Ella no estaba en ese momento, pero sus padres sí, y fueron asesinados mucho antes de que ella regresara. Cuando llegó a casa, el hombre lobo, Fenrir Greyback, todavía estaba en su forma de lobo y estaba de pie junto al cadáver mutilado de su madre. También había intentado matarla tan pronto como la vio, pero Lancer lo cortó rápidamente antes de que pudiera tocarla ...

Hermione no supo qué pensar después de eso; no hubo ninguna advertencia y le había llevado horas comprender completamente lo que había sucedido. Sus padres estaban muertos y también su asesino. Pensó en por qué había sucedido y rápidamente se dio cuenta de que probablemente había sido Voldemort quien lo había orquestado. ¿Cómo podría no haberlo hecho? Hermione representa todo lo despreciable del mundo, una sangre sucia que era más inteligente y en general mejor a todo lo que los purasangres y la pareja que con su amistad con el Harry Potter-el chico que mantiene latiendo él, y estaba cerca de la parte superior de su lista de resultados.

A partir de ese momento había querido vengarse ...

Y luego comenzó a cazar lo peor de lo peor por todo el país con Lancer a su lado. Él había eliminado el rastro de su varita y juntos habían rastreado a numerosos Mortífagos, sus simpatizantes y todo tipo de criaturas oscuras que habían elegido reunirse con el Voldemort resucitado. En el transcurso del mes que ella y Lancer habían estado haciendo esto, se había vuelto mucho más despiadada al escuchar algunos de los crímenes que estos monstruos habían cometido y por los que nunca fueron castigados.

Solo le mostró cuánto esta guerra la había cambiado de la chica sudorosa que había sido antes de que todo comenzara ...

Después de interrogar a uno de los Mortífagos capturados, descubrieron que Voldemort estaba planeando un ataque directo contra el Ministerio de Magia tras la masacre de sus seguidores encarcelados en Azkaban. Hermione y Lancer vieron esto como una oportunidad para acabar con una buena parte de los Mortífagos y sus seguidores a la vez. Al llegar, sin embargo, Lancer había sentido no uno sino otros dos Servants en el Ministerio en ese momento, lo que significa que al menos uno de ellos probablemente tenía un Maestro entre los combatientes presentes. Después de que Hermione y Lancer terminaron de lidiar con los Mortífagos, fueron tras los Sirvientes solo para descubrir que ya habían huido.