The Hero's Destiny: Libro 1

2. Primera Toma de Contacto.

Nada más entrar, eché una rápida ojeada a todos mis compañeros de clase. Maldije mi mala suerte de que no estuviese ninguno de los aspirantes con los que trabajé en mis pruebas prácticas grupales. Sin embargo, mis ojos pararon hacia una persona la cual me sorprendió mucho que estuviera en mi clase:

«Danny Darke», nombré en mi cabeza.

Nunca pensé que coincidiría con un chico adinerado en clase, aunque aquello hizo que mi desastrosa fortuna cambiara de rumbo drásticamente. Si tenía que empezar a socializar con alguien, debía de ser con él; tener a un compañero rico me podía venir de perlas, podría usar su dinero para mi propio beneficio.

Prejuzgándolo solo de vista, destacaba su cabello dorado cuidado al igual de su cutis, se notaba que era acaudalado y eso que teníamos la misma edad. También, sobresalía su don de gentes ya que hablaba sin dificultad con otros miembros de nuestra clase, parecía bastante extrovertido y amigable.

Noté cómo algunos clavaban sus miradas en mí, por lo que tuve que fingir una de mis famosas sonrisas falsas y dar los buenos días al grupo para dirigirme al fondo de la habitación, ya que allí se encontraba el que vi que era mi pupitre ideal.

Por el camino, crucé miradas con otro sujeto que no me esperaba para nada que estuviera en mi clase o en una academia de superhéroes, y menos en esta con tanto prestigio.

«¿Un Cupulex?», pregunté en mi mente ya que aún no me lo creía.

Los Cupulex eran seres antropomorfos, una raza que existía desde hacía miles de años, y en este caso, el adolescente que pertenecía a este linaje se trataba de una mezcla entre un humano y lobo.

No era el único que estaba en shock al verlo, incluso aún recibía miradas fulminantes por parte del resto de estudiantes; era la primera vez en nuestras vidas que veíamos a uno de su especie ser alumno para convertirse en superhéroe.

Los antropomorfos, a pesar de que estábamos en paz con ellos y convivíamos juntos, todavía no eran muy bien recibidos por parte de los humanos debido a la historia que ocurrió en el pasado. No obstante, este notorio cambio era un gran paso hacia delante para este linaje, y todo gracias a la Academia Heaven.

Sinceramente, a mí me daba absolutamente igual la raza del hombre lobo; Marissa me enseñó desde pequeño a respetar a toda clase de especies, además de que nunca había tenido ningún problema con algún Cupulex.

Aunque eso no significaba que me juntaría con él. Todos parecían incomodarles la presencia de este sujeto, y la verdad es que ahora mismo lo último que buscaba era tener mala imagen y ese tipo de cosas.

Además de que había otro factor importante: quería ser un superhéroe. Bueno, todos los que estaban aquí querían serlo, y yo los odiaba por ello. Ojalá se muriesen todos ahora mismo.

El antropomorfo agachó su mirada, a diferencia de Danny él era más introvertido y miedoso.

Me senté en mi pupitre para descansar de estas horribles vistas, y al estar una vez más relajado, me atreví nuevamente a examinar uno por uno a mis futuras víctimas.

Mi clase se componía de 20 estudiantes en su totalidad, de entre los cuales destacaban dos personas en específico, y no me refería al lobito o al ricachón, sino a un cascarrabias y a la que ya estaba siendo la chica popular de la clase.

Empezando con la joven, señalaría sin dudar su aspecto físico: cabello azabache que le llegaba hasta la espalda, acompañado de una piel blanquecina a la vez que refinada, además de poseer unos ojos rosados. No cabía dudas de que era muy atractiva.

Otro aspecto que distinguiría sería su habilidad especial, el cual mostraba a sus amigas sin ningún tipo de preocupación. Por lo que lograba presenciar de primera mano, su poder le permitía cambiar las emociones de las personas con tan solo tocarlas; una de sus amigas estaba triste, y al tocarla, comenzó a reírse, volvió a palparla para que ahora ella estuviera de nuevo decaída, y así sucesivamente hasta que comenzaron a destornillarse entre ellas.