Capítulo 4

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       La semana había ocurrido con normalidad, ambas vecinas solo se habían visto de lejos, se habían saludado de lejos, y habían espiado a la otra por la ventana... normalidad.

       Camila quería una interacción con Dua, Dua quería una interacción con Camila, aunque eran ignorantes de los deseos de la otra.

       ¿Qué pasa si piensa que soy una obsesionada? ¿Y si cree que soy solo una idiota sin vida social? ¿Y si tiene pareja?, Seguro tendrá algo mejor que hacer...

       Esos eran los pensamientos que consumían la cabeza de ambas vecinas.

       Justo cuando Dua estaba a punto de hacer un desquiciado plan para conseguir respirar el mismo aire que su vecina, fue sacada de Camilandia por la voz de su padre.

       —Dua, haremos un convivio en el patio, ve a casa de la señorita Camila e invítala, dile que la esperamos a las 18:00, que no traiga nada, que cenaremos a las 21:00 —Dua quedó sorprendida pero emocionada a la vez.

       —Claro pa, yo voy —Dua corrió a la casa de Camila y tocó el timbre.

       Camila abrió la puerta y se sorprendió al ver (a su percibir) a la pequeña vecina.

       —Hola Dua, ¿Qué pasa?, ¿Qué haces aquí? —Camila habló.

       —Hola señorita Camila, estoy aquí para invitarla a un convivio en mi casa, solo mis padres, usted y yo, la esperamos a las 18:00, cenaremos a las 21:00—

       —Claro, ahí estaré —Camila le contestó a Dua, quién salió corriendo a su casa después de oír eso.

       Camila llegó puntual a la casa de los Lipa, quiénes la esperaban ansiosos.

       Dua notó que su vecina traía 2 bolsas, una en cada mano, y por la transparencia de ellas, pudo distinguir refrescos y botanas.

       —Oh señorita Camila, no debió molestarse, la vez anterior también trajo cosas, ¿Dua no le dijo que no trajera nada? —Preguntó la señora Lipa—. ¡Dua! ¡Te dijimos que le dijeras a la señorita que no trajera nada!

       —Yo... lo olvidé, y la anterior vez también. —Dua apenada bajó la cabeza.

       —Ya, está bien, de todas maneras, traería algo —Camila aligeró la situación.

       —Pero no sería lo mismo señorita —El padre de Dua argumentó.

       —Bueno, no puedo negar que tiene razón —Camila estuvo de acuerdo con Dukagjin.

       —Bueno ya, ¿Dejemos esto sí?, Pasemos al patio, por favor —Dua quería salir de esa incómoda situación lo antes posible, y afortunadamente, el resto estuvo de acuerdo con su propuesta.

       Ya en el patio, los padres de Dua, y Camila, hablaban animadamente, Dua no quería entrar en la conversación, se sentía fuera de lugar. De nuevo (como casi todas las veces) Dua fue sacada de sus pensamientos cuando estaba a punto de convertirse en 1 con ellos.

       —Dua, ve a la cocina y trae los platos y los refrescos, es la hora de cenar. —Dua asintió.

       —Iré contigo, para ayudarte —Camila rápido habló.

       El cuerpo de Dua se paralizó, estaría a solas dentro de la casa con la mujer que no la dejaba ni respirar sin pensar en ella...

       —Claro —Dua habló.

       Ya en la cocina, Dua comenzó a poner los platos, vasos y cubiertos que utilizarían en una mesa, para luego llevárselos todos, Camila hizo lo mismo con los refrescos.

       Antes de que Dua pudiera tomar todos los utensilios de la pequeña mesa para llevarlos al patio, Camila la tomo por la cintura y la arrinconó contra la pared de la cocina. Sobra decir que Dua estaba paralizada. 

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       Fecha de escritura: Martes 12 de octubre de 2021 15:29 

       Fecha de transcripción: Miércoles 27 octubre 2021  16:06  

       Fecha de corrección: Martes 28 de junio de 2022 20:26 pm 

       Fecha de publicación: Jueves 30 de junio de 2022 19:33 pm 

       ¡Gracias por leer!, hasta luego. En menos de 5 días estará aquí el siguiente capítulo. 


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