PEQUEÑA

Capítulo 5

       Antes de que Dua pudiera tomar todos los utensilios de la pequeña mesa para llevarlos al patio, Camila la tomó por la cintura y la arrinconó contra la pared de la cocina. Sobra decir que Dua estaba paralizada.

       —Dua, ¿Por qué no me dijiste que no debería traer nada al convivio? —Una amenazante Camila forzó el contacto visual mientras cuestionaba a Dua.

       —Señorita Camila, lo olvidé. —Dua, a pesar de sentir el mayor manojo de nervios de su vida, había intentado hablar con normalidad, y para su sorpresa, lo consiguió.

       —Muy mal Dua, mereces un castigo. —Camila sonrió de manera extraña.

       Dua al escuchar eso se confundió bastante. ¿La señorita Camila quería castigarla?, ¿Cómo la castigaría?, ¿Iba a dejar que Camila la castigue?, ¿Por qué dejaría que Camila la castigue?

       —¿Castigarme? —Fue lo único que pudo decir Dua.

       —Si pequeña, castigarte. Hoy es sábado; te prohíbo consumir todo tipo de postre, caramelo, bebida o cualquier cosa que contenga azúcar, hasta el lunes. Puedes ir a mi casa, a desayunar conmigo el lunes por la mañana, ¿Te parece bien? —Camila le habló a Dua.

       —¿Cómo espera que me parezca bien esto?, Además, es un castigo bastante infantil.

       —Pequeñas como tú requieren castigos infantiles.

       —No soy una niña, ¿Qué te hace pensar que voy a cumplir con tu ridículo castigo? —Dua se atrevió a tutear a Camila.

       —Porqué te lo estoy ordenando. —Camila alzó la voz.

       Dua bajó la cabeza, rompiendo el contacto visual.

       —Bien, señorita Camila —Dua aceptó su castigo.

       Bastante rápido para sorpresa de Camila.

       —Volvamos al patio —Camila se alejó, dejando que Dua saliera de la prisión generada por la pared y el cuerpo de Camila, en la que, había disfrutado estar, claro que no admitiría eso, no por ahora.

       Tomaron los utensilios y refrescos para volver, como si nada hubiese pasado.

       —Estaba a punto de ir a la cocina por ustedes, tardaron más de lo esperado —Anesa, la señora Lipa mencionó cuando vio a ambas chicas llegar al patio.

       —Uh, lo siento Anesa, me quedé hablando con Dua sobre un paciente que atendí hace unos días, creí que sería interesante para ella —Camila sonó bastante natural y calmada mintiendo.

       La cena comenzó, los padres de Dua sirvieron los platos, mientras que Dua se encargó de servir los refrescos; cuando iba a servir refresco para ella misma, recordó su castigo, "Te prohíbo consumir todo tipo de postre, caramelo, bebida o cualquier cosa que contenga azúcar, hasta el lunes", la voz de Camila sonó en su cabeza. Dua cerró el refresco, tomó su vaso vacío y entró a la casa, salió al patio con el vaso lleno de agua. Camila sonrió al ver eso.

       —¿Y eso Dua?, Nunca comes con agua —Dukagjin, su padre, cuestionó.

       —Yo... quiero prevenir la diabetes —Gran excusa Dua, se alagó a sí misma.

       Sus padres hicieron muecas de confusión, pero no dijeron nada, mientras que Dua le dedicó una mirada de enojo a Camila, quién no la tomó en serio y disimuló una risa, que Dua pudo notar.

       Luego de eso, la cena continuó sin novedad. Al término de la cena, Anesa apareció en el patio con un pay y comenzó a servir para todos.

       —Uh, gracias, pero no gracias. —Dua rechazó el increíble pay que su madre había hecho para todos, aunque Dua sabía que el hecho de que fuera su favorito no era una coincidencia.

       —Pero, es tu favorito. —Anesa y Dukagjin dijeron al mismo tiempo.

       —Quiero evitar la diabetes, ya saben... jejeje —Dua corrió hacia la casa.

       Será un largo fin de semana. 

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       Fecha de escritura: Miércoles 27 de octubre de 2022 22:17 pm 

       Fecha de transcripción: Martes 28 de junio de 2022 20:31 pm 

       Fecha de corrección: (no recuerdo,  lo siento, solo sé que fue en mayo) 

       Fecha de publicación: Martes 5 de julio de 2022 20:18 pm