Limerencia | ᵀᴷ

¹⁵ | Una oportunidad para escapar.

Me gustaría dedicarle el capítulo a la autora que me inspiró a escribir este tipo de historias, mi ídola, creadora de arte y mi inspiración.

Nepheleus ídola mía, es un honor, gracias por la alegría que trajo a nuestras vidas, es genial. <3 

Y gracias por crear RAMÉ, Cólera y Sr. Kim, entre otras maravillas.

Este capítulo toca temas sensibles, como la violación, saltarse esa parte si son sensibles, gracias. -aunque bueno, no está tan detallado jee-

No sabía cuanto tiempo había pasado desde que seguía recostado en el suelo, adolorido, tratando de silenciar sus sollozos, mientras V yacía apoyado en el auto fumando tranquilamente, como si minutos antes no hubiera arrastrado a un adolescente por todo el pavimento dañado de esas calles solitarias. El lugar se veía como un pueblo fantasma. Los vidrios de las casas en mal estado en su mayoría estaban rotos, algunas casas no tenían puertas y los rayones las adornaban, era como si hubiera sucedido una tragedia, la cual obligó a los habitantes a abandonar la zona y dejarla completamente despoblada.

Las heridas en su piel ardían y dolían, no quería moverse, ya que su demacrado cuerpo entraba en contacto con el cemento caliente gracias al intenso sol. Sentía que la piel de su espalda se estaba derritiendo y pegándose al asfalto, el intenso brillo del sol cegaba su vista, y había comenzado a sudar, no solo por el intenso calor, también por el agonizante dolor.

—¿Ya terminaste? —Preguntó con voz apagada, arrojó el cigarrillo hacia el suelo y lo pisó. Jungkook no quería ni mirarle, entonces escuchó sus pisadas más cerca de él.— Mide tus palabras o la próxima vez no seré piadoso. —Se animó a verle con los ojos entrecerrados, su vista borrosa no le impidió ver como el sicario sacaba un collar metálico del interior de la chaqueta brillante.— y terminaré cortándote la lengua.

Jungkook liberó un quejido silencioso cuando V le tomó del cuello rudamente, levantándolo un poco, abrió el collar con su mano libre, y Jungkook pudo ver que en el interior de dicho collar habían algunas puntas de metal bastante afiladas, entonces su cuerpo se heló cuando el collar tomó lugar alrededor de su cuello, las puntas filosas se incrustaron superficialmente sobre la piel de su cuello, dolía, pero no demasiado, y podría resistirlo. V le sonrió maliciosamente, y apretó la pequeña cadena que sobresalía de la parte de atrás del collar, consiguiendo que las puntas se clavaran mejor en la piel.

Jungkook ahogó un gemido, pues aunque el collar le lastimaba, también una sensación extraña de placer le recorría el cuerpo, y se maldijo mentalmente por sentir satisfacción con tal maltrato, y V era consciente de ello, pues no había olvidado el acontecimiento de la cabaña, y en su mente todavía rondaba el recuerdo de Jeon sintiendo placer mediante el dolor, y tampoco dudaría en beneficiarse con esa información.