Me encontraste llena, de amor, de mí.
Siempre repleta de alegría, de risas e inocencia, llena de despreocupación, libertad y resplandor.
Yo te lo compartí todo, te presté lo que hacía falta en ti, pero me vaciaste.
Te lo llevaste todo con cada error y con cada fallo, el dolor causado me rompió, las mentiras y los engaños me cambiaron, me dejaste en la incertidumbre y la oscuridad.
Al final me convertí en un recipiente vacío más, y ese vacío se convirtió en esta inseguridad.
Me volviste esclava de las cicatrices que causaste.
Acabe siendo absorbida por el miedo, el dolor y el enojo se impregnaron en mi piel, entonces me encontré perdida, reinó el silencio porque mi risa se apago y quede en la nada.
Quise volver a llenarme a mi modo, reconstruir lo que estaba roto, pero no había espacio para lo que una vez fui.
Al final yo me perdí tratando de encontrarte y tratando de curarte fue que me hundiste contigo.
Acabaste siendo un agujero negro y yo no soy de las flores que sobreviven en la oscuridad.
Te lo compartí todo, lamento no fue suficiente. Extinguiste lo que había en mí porque dejaste de tomarlo prestado, dejaste de verlo como un regalo y lo rompiste al hacerlo tuyo, te olvidas que estás roto y cortas.
Ahora somos dos frascos vacíos, y ninguno de los dos puede salvarse, volveré a llenarme y volveré guiada por la luz que atraviesa la oscuridad, porque si tú pudiste arruinarme, yo soy la que te va a salvar.
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Cartas a quien se fue
Teen FictionHola! Quería invitarlos a leer los capítulos de esta obra, que al igual que yo esta en constante cambio y transformación. Me llamo Lucía, tengo 22 años y me encanta escribir desde que soy muy pequeña. No sé si lo hago bien y mal, pero mi fin es pod...
