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...El tiempo es lo que forma a las personas, algunos son traídos al mundo con un fin dictado incluso desde el vientre, mientras que otros solo forman parte de un ciclo de vida.
El pasado, el presente y el futuro son cosas relativamente iguales.
El pasado es lo que nos lleva al presente y el presente es lo que dictara el futuro, después el presente será pasado y futuro el presente; un ciclo que jamás terminara.
Hay personas que pueden labrar los caminos que toman en su destino y algunos desdichados que solo son un peón en el ajedrez de la vida.
Así como el pasado explosivo de dos jóvenes formara el presente monitoreado de una familia que jugara un papel importante en el futuro critico de toda una nación, así también el futuro doloroso de una niña pondrá de cabeza el recuerdo de su pasado y anhelara volver al presente.
- Chuuya, cariño, entiende que esto tampoco me gusta, no estaba en mis planes ese compañero para comenzar -aclaro- pero no quiero que trabajes solo, aunque yo te esté entrenando este trabajo es peligroso, solo trato de cuidarte -mencionó aquella mujer de kimono en tonalidades rosas-
- Anee-san, créeme que quiero verlo de esa forma, pero ¿ponerme de compañero al intento de momia?, prefiero una tortura del jefe antes de eso -replicaba el pelirrojo sujetando con fuerza el borde su sombrero-
- Te comprendo, diría lo mismo en tu lugar -la dama suspiro y se paró para palmear el hombro de aquel adolescente- pero por desgracia -volvió a ponerse recta y abrió su distintivo abanico para después poner tanto en su voz como en su rostro una seriedad de mil demonios- son ordenes Nakahara y las ordenes siempre deben ser cumplidas, su primera misión ya se les asigno, retírate -kouyou señalo con su mano a la puerta-
- Bien, pero anee-san... -se colocó su sombrero y dejo salir un suspiro de resignación- cuando regrese, si cumplo con la misión claro, ¿podemos comer el postre que mencionaste anoche?
Al escuchar eso la mujer sonrió y asintió.
- Ahora ve a trabajar
Y el chico de estatura media salió de esa habitación sin rechistar... al menos no en voz alta.
"Esto es un asco..." pensó aquel joven caminando por el largo pasillo de la sede.
Mientras tanto en un cuarto amplio y con las ventanas convirtiéndolo en uno muy bien iluminado.
- ¡Mori-san! -grito el castaño-
- Oh~ -canturreo el mencionado- dazai-kun, ¿Qué pasa? -sonrió con una bien fingida inocencia-.
- ¡No actué como si no supiera! -exclamo- ¿Por qué tengo que hacer equipo con el perchero novato de kouyou-san? -dijo agarrando de la gabardina a aquel hombre de cabellos azabaches-
- Ah, debí imaginar que era eso -mintió mientras se soltaba del agarre del menor y arreglaba las arrugas en su gabardina- mira, Dazai-kun, eres uno de los mejores hombres en esta organización, no está de más decir que es gracias a mí, eres un estratega de primera, un gran interrogador y el más joven ejecutivo en la historia de estás líneas -explico acomodándose en la gran silla que mostraba su puesto- pero la protección y la fuerza no son lo tuyo -una gran mentira, pero sus días estaba tornándose aburridos, quizá esos dos le traerían algo de chispa a su vida como el jefe portuario- ¿Qué mejor que las habilidades de chuuya-kun para mejorar? -el mayor posiciono sus codos en el fino escritorio de madera -esto no tiene opciones, es una orden -abrió una de las gavetas- toma esta es su primera misión- deslizo una carpeta por el escritorio-
El chico suspiro con pesadez.
- Está bien, jefe -finalizo, se acercó para tomar la carpeta y la puerta se abrió -

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Gargantilla de diamantes
Fanfiction"Necesito vacaciones dios..." pensó la chica de cabello negro, apretando el puente de su nariz al mismo tiempo que suspiraba y se arrojaba a su cama. La historia gira alrededor de kyouka y su convivencia con nuestro duo favorito, el soukoku, después...