Capítulo 8. Una promesa

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⚠️ ADVERTENCIA DE CAPITULO LARGO Y DE MENCIONES DE OTRAS PAREJAS, SI NO TE AGRADAN, NO LEAS Y ESPERA EL SIGUIENTE ⚠️

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Queremos invitarlos a compartir nuestra felicidad

El día xx de xx de este precioso año

Tenemos el gusto de invitarle a vernos unir nuestras vidas

Porque nuestro hilo rojo por fin encontró su extremo

Porque al fin nos encontramos el uno al otro

OSAMU DAZAI Y CHUUYA NAKAHARA

Un matrimonio que arrastra desgracias obscuras

Y que siendo indignos de llamarse humanos

gritan a los cuatro vientos que se aman

13:00 hrs Casa ancestral de Motomachi

El tiempo vuela cuando se está feliz, o al menos eso es lo que dicen por ahí.

A menos de tres meses desde que se explicó toda la situación, finalmente llego la mañana más esperada por todos; los trajes planchados, un ramo de flores en la mesa de la sala y una nerviosa pareja en diferentes lugares de la ostentosa hacienda esperando el momento para irse.

- ¿Qué pasa si se arrepiente en el altar? –sin embargo, dazai llevaba aproximadamente diez minutos caminando en círculos por la habitación, estaba a punto de hacer una zanja-

- Pues simplemente se cancela todo – el hombre se levantó del sillón donde se hallaba- y continúan con sus vidas –acomodo el accesorio esponjado de su kimono-

- ¡Pero hirotsu-san! –lloro falsamente al tiempo que se incuba- yo lo amo –menciono aferrándose a la cintura del mayor en su escena dramática sorbiendo su nariz más de una vez-

- Y él a usted dazai-kun –suspiro con pesadez- levántese, llegara tarde y entonces chuuya-kun de verdad le dirá que no, además de que lo golpeara –y, como si se tratara de palabras mágicas, dazai se puso de pie-

- Tiene razón, hirotsu-san –apoyo arreglando los dobleces en su vestimenta- chuuya es capaz de divorciarse mañana si lo hago enojar hoy –jugo con una sonrisa en sus facciones- pero antes... una última cosa –el castaño se dirigió a la maleta que llevaba y estiro su vendado brazo, porque si, la momia mal hecha uso las vendas durante toda la boda, y saco una cajita azul algo destartalada pero el listón negro que la rodeaba y lo que tenía en su interior estaban en perfecto estado-

- ¿Qué es eso dazai-kun?, si se me permite saber –el mayor puso sus manos detrás de su espalda y observo la mirada esperanzada del joven adulto- parece ser importante

- Es algo importante –aseguro- después de que mori nos obligara a chuuya y a mí a ser un equipo –acariciaba la caja con sus pulgares- nuestra relación fue pésima –dejo salir el aire en forma de risa, elevo su mirada en dirección al otro hombre- pero siempre recordábamos el cumpleaños del otro y nos regalábamos algo –esbozo una sonrisa- chuuya siempre me daba corbatas, colonias o vendas –abrió la caja y saco un perfume que, por la forma de la botella, se podía deducir que era de origen europeo- y yo siempre le daba un sombrero que compraba de mala gana o eso creía hasta que me di cuenta porque me molestaba que siempre los usara –destapó el frasco y se puso un poco- nunca me parecieron feos, su función era la que me parecía horrible

Gargantilla de diamantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora