Búho Hipnotizante

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Akaashi se aferraba a la delgada cintura de Kenma, impregnada de un olor parecido al de Bokuto y para ser sinceros se le hacía muy fácil que el del Nekoma poseyera aquel olor tan similar que lo llegaba a tranquilizar e hipnotizar debido a lo dulce que era oler chocolate blanco para él. Si cerraba los ojos solo sintiendo el aroma y calor que le brindaba se podía imaginar que a quien tenía al lado era Koutarou y no Kozume, sabía perfectamente que probablemente el más bajo no pasará por alto aquello, no obstante sabía que él también hacía lo mismo con él.
La verdad es que Kenma estaba igual, el tenue agarre a su cintura le recordaba las noches donde ayudaba a Kuroo a dormir por pesadillas o los gritos de los padres del mayor quienes pasaban de largo que su hijo se sentía dolido de que la mayor parte de las frases sean "y ese estúpido niño...", la fragancia de la chaqueta que tenía Keiji era la de Kuroo y es que su capitán le había dado su chaqueta al capitán de Fukurodani quien se la entregó a su armador tiempo después para que este no se muriera del frío, por ende el característico olor a canela que desprendía Tetsurou se quedó impregnado en Akaashi haciendo que el del Nekoma estuviera imaginando que su amigo de la infancia era el que reposaba a su lado.

Escuchando música aleatoria para que ambos se relajaran, Kenma jugando con ambos sonidos golpeando en sus oídos creando un bonito momento de paz, y Keiji solo oía imaginando a Bokuto tararear aquella canción como normalmente hacia. Aunque siendo sinceros al empezar a escuchar la distintiva melodía de una canción que probablemente los identifica actualmente, ambos sintieron sus ojos aguarse dejando sus mentes volar por la infinidad de recuerdos que compartían con sus capitanes.

Nuestro pequeño chico de iris azul metalizado recordó aquel día donde conoció a Koutarou, diría el mejor día de su vida, tras del hecho el sentimiento que crecía en su pecho cada día fue bastante extraño para él en aquel entonces y desearía jamás haber tratado de averiguar que era, dejándolo crecer sin importancia hasta que llegaba a ser doloroso.

⏳💌🦉💌⏳

Akaashi llegaba a la que sería su posible opción de preparatoria, esperando ver algo que le haga decidirse aunque posiblemente lo decida solo viendo un partido o hasta un set simplemente, dejando que las escuelas demuestren los potenciales de ambas para decidir rápidamente.

No se fijo en nada al principio hasta pensó en descartar Fukurodani, hasta que apareció él, de primer año y la posible estrella de Fukurodani. El pecho de Keiji se sintió cálido, su mirada se iluminó al ver al de cabellos bicolor saltar creyendo que podría volar si este gustaba. Sonrió para dejar aquel lugar, ya no necesitaba saber de la otra preparatoria. Solamente quería entrar a Fukurodani y armar para aquel chico que se denotaba infantil con lo poco que vio, sabía a primera vista que aquel atacante lateral iba muy enserio con el vóleibol, podría sacar el máximo esplendor si este se animaba a golpear sus pases.

-Akaashi Keiji - se presentó ante su entrenador y nuevos compañeros, busco con la mirada al bicolor sin éxito -soy armador.

Solamente fue debido a eso que alcanzó a ver como el mayor se asomaba ligeramente entre los de segundo año para mirar a Keiji quien sintió lo mismo que la primera vez que lo observó en aquel partido.
Dejando de lado al mayor, se entretuvo un poco y lo mandaron a limpiar con los otros de primer año viendo al que sus compañeros nombraron como Bokuto Koutarou, su estrella que se encargaría de hacer brillar como ninguna y que todos vean al mayor como él lo vio aquella vez, como el mejor de todo el mundo.

-Akashi - lo llamó y Keiji lo corrigió -amm Akaashi... podrías... practicar con... conmigo?

-Claro, Bokuto-san - respondió escondiendo perfectamente lo que sentía en su interior haciendo a la mirada de Bokuto brillar por la aceptación del menor.