ANGELIC | Kol Mikaelson | Español

10

Emily había dormido bien en el complejo Mikaelson. Estaba en una de las habitaciones de invitados y que era lo suficientemente cómoda para ella. No estaba preparada en absoluto para mudarse a la casa de los Mikaelson.

La casa parecía estar vacía cuando se despertó, no se oía ningún sonido del exterior. Emily pensó que tal vez todos estaban dormidos y esperaba estar en lo cierto.

Emily comenzó a salir de su habitación y se puso en marcha para dirigirse a la habitación de Kol. O al menos en la que estaba descansando, todavía en el mismo escenario al de anoche, y con una paz extrañamente inquietante.

Emily dudaba en intentarlo, pero quería ver si podía volver a ver a Kol. Muy lentamente, entrelazó sus dedos con los de él, tomados de la mano en este punto, y justo como la última vez, su visión se oscureció.

Un instante después, su visión regresó cuando abrió lentamente los ojos y estaba de vuelta en el mismo campo. Kol todavía estaba ahí.

―Cariño, me has hecho esperar―dijo Kol.

Estaba bromeando con Emily, eso era evidente, y de alguna manera a ella le encantaba.

―Lo siento mucho― respondió Emily.

Hablando de manera sarcástica Emily se regañó a sí misma, no había forma de que fuera tan confiada y sarcástica con un hombre que acababa de conocer.

Y mucho menos cuando solo le hablaba en su cabeza.

―¿Por qué estoy aquí?―Preguntó Emily.

Quería llegar al fondo de este misterio, podría ayudarla a despertar a Kol y liberarse del hechizo.

Kol frunció el ceño con confusión, sin saber cómo responder a su pregunta y sin tener una razón clara del por qué sólo se le permitía a Emily entrar en su mente.

Los otros Mikaelson habían intentado meterse en la cabeza de Kol, pero algo les impedía hacerlo, como si fuera una barrera invisible.

―No sé por qué solo a ti se te permite entrar en mi cabeza―respondió Kol.

Hasta ese momento, no había pensado en el hecho de que solo Emily había venido durante su coma. Un lugar que estaba lleno de sus pensamientos y recuerdos.

―Necesito averiguar cómo ayudarte. Pero, ¿por dónde empiezo?―Emily se preguntó a sí misma.

Su mente estaba a toda marcha y no se detendría pronto. Su mente estaba imaginando todas las posibilidades, sin saber qué idea seguir primero.

―¿Qué hay de los grimorios de mi madre?―Kol habló de repente.

Entonces Emily giró la cabeza bruscamente hacia Kol, él ya la miraba con seriedad. Emily ladeó la cabeza y pensando en esa opción.

Sabía que la familia Mikaelson tenía muchos grimorios a su disposición, y debían estar dispuestos a mostrárselos con tal de salvar a su hermano.

Después de todo, él era parte de su familia, y la familia significaba todo para los Mikaelson. Restaurarían la vida de su familia, y eso era algo que Emily admiraba de los Mikaelsons.

―Lo pensare.

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DI NO A LOS LECTORES FANTASMA.

Todos los derechos y créditos reservados a la autora original: --mikaelson

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Nos leemos el viernes c;