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―Sí, siempre tengo miedo de que vuelvan por mí― dijo con un sollozo.

―Estoy tan asustada, Kol, donde quiera que vaya, siempre miro por encima del hombro. Sigo pensando que en cualquier momento alguien vendrá y me llevará de regreso a mi aquelarre.

No sabía qué hacer, y repentinamente Kol la abrazó. Sorprendida acepto el abrazo, era la primera vez que tenían un contacto que podría considerarse amoroso. Acurrucándose más cerca de Kol, sintió que en sus brazos nada podía hacerle daño.

Kol había puesto su cabeza sobre la de ella, mirando hacia el bosque que rodeaba el campo.

Hubo un momento de silencio. La mente de Kol estaba acelerada, estaba pensando en cuándo despertaría. Estaba anhelando abrazarla así en la vida real, no en su mente. La necesidad de querer despertar le recordó lo solo que estaba cuando Emily no entraba en su mente, la obscuridad lo consumía.

Cuando la joven miró hacia Kol, lo vio con una sonrisa diabólica, un que incluso podría hacer que Satanás pidiera perdón.

―Ángel, creo que tendrás que sacarme de aquí lo antes posible― dijo Kol.

El apodo había hecho sonrojar a Emily, la gente la había llamado el ángel de Nueva Orleans, pero nunca solo "ángel". Escuchar el apodo solo hizo que el rubor creciera, sin saber por qué estaba ocurriendo. Entonces, la declaración confundió a Emily, no sabía su reciente motivación para despertarse lo antes posible.

―¿Por qué?

Aunque no era posible, la sonrisa de Kol se hizo aún más amplia. Una que solo ocasiono que se sonrojara aun más. No sabía si podía tener esa clase de pensamientos sobre él, aunque se los había guardado para sí misma.

―Porque cuando despierte, haré llover el infierno a tu aquelarre― dijo Kol con una chispa de diversión.

Sus palabras estaban llenas de promesas y una lágrima cayó de los ojos de la bruja. Kol extendió su mano para acariciar su mejilla, limpiando la lágrima. Tomando la calidez no característica de su mano, el original declaro, ―Corre, necesitas trabajar para despertarme, ángel.

Con eso, Emily fue expulsada de su mente, y cuando miró a su alrededor, era mediodía.

―¿cómo está mi hermano?― Una voz habló detrás de Emily, obligándola a girar la cabeza hacia la entrada donde estaba una persona con la que no estaba familiarizada.





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DI NO A LOS LECTORES FANTASMA.

Todos los derechos y créditos reservados a la autora original: --mikaelson

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ANGELIC | Kol Mikaelson | EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora