Pt. 18

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La habitación era muy grande.
Había una cama redonda en medio del lugar, con barrotes y abrazaderas colgando encima de ella.

A los lados también habían postes de un color negro y forrados en cuero con largas cadenas que llegaban seguramente a todos lados.

Todo el suelo al rededor de la cama estaba cubierta de una alfombra gris aterciopelada que parecía completamente a juego con todo el lugar pese a su color.

Había también un juego de sillones marrón oscuro en una de las esquinas, acompañado por una mesa ratona y un mueble que seguramente contenía algún tipo de alcohol y copas. Y apartado en un pequeño mueble había un Stereo Sonic DAB color negro último modelo.

Del otro lado, habían muebles cerrado y pequeñas estanterías de madera en las que probablemente estuvieran los instrumentos adecuados para un lugar como aquel.

También había otra puerta alejada que obviamente debía ser el baño, ya que todas esas habitaciones solían tenerlas.

Algo que llamó la atención del alfa, fue una ventana bastante grande.
Estaba cubierta y cerrada pero el pudo notará y fue allí directamente a donde se dirigió.
Parado frente a ella se cuestionó si era buena idea romper con la iluminación que ya tenía la habitación, pero su curiosidad pudo con él y la descubrió, encontrándose quizá, con la mejor vista que tenía aquel lugar.

-Es perfecto.- habló en un susurro para si mismo.
El alfa estaba cautivado por la hermosa vista, el cielo, el océano, la vegetación de la ciudad. Era hermoso. Pero no cuadraba con la temática del lugar.

Se volteó para dirigirse a Harry pero el omega no estaba allí, rápidamente observó toda la habitación y notó sobre la cama un jeans claros medios rotos y gastados en las rodillas.
Se acercó y leyó la nota sobre ellos.

"Ponte cómodo, enseguida vuelvo.
H."

-H.- una sonrisa se dibujó en su rostro, incrédula y ansiosa.

Sabía lo que eso significaba, su chico volvería como un sumiso, o tal vez...un amo?, Louis no se había planteado si Harry en algún momento plantearía cambio de roles, y realmente él jamás se había planteado si quería o si se sentiría cómodo en otro rol.

Se cambió rápidamente y esperó tranquilo, se sirvió un poco de agua y se sentó en los sillones admirando la vista por el ventanal. Tomó su teléfono y prendió el Stereo para poder poner algo de música para la ocasión.

Un golpe casi imperceptible junto a un olor a jazmín y menta que lo invadieron por completo, hicieron que entendiera que H. ya había llegado.

Se volteó rápidamente y allí estaba él.
De rodillas en el suelo junto a la puerta de entrada.
Casi estaba desnudo, si no fuera por las bragas color azul marino que llevaba puestas, estaría completamente desnudo.

Un gruñido bajo se atoró en la garganta del alfa apenas lo vio.
Traía el pelo trenzado en una sola coleta, sus manos reposaban sobre sus muslos con las palmas arriba, y estaba perfectamente arrodillado y su espalda alineada completamente.

Louis podía sentir que estaba muriendo de tan solo ver lo perfecto que se veía así.
Instintivamente se dirigió a los armarios de madera y comenzó a buscar tranquilamente lo que necesitaba.

Unos pocos segundos después se dirigió al ojiverde con una fusta de cuero entre sus manos.
-Así que tenías este pequeño lugar especial, y no me lo habías dicho?.- su voz sonaba excitada más que ofendida.

Solo hubo silencio tras la respuesta y automáticamente Louis comprendió que estaba jugando en ligas mayores, así que debería actuar acorde a la situación.
-Puedes responder H.-

-No lo comenté porque no había encontrado un momento apropiado, amo.-

"Amo." y esa simple palabra hizo que el animal dentro de Louis se retorciera molesto.
Él sabía que estaban jugando un rol en ese momento, pero no soportaba el hecho de ser llamado de aquella forma por Su omega y no como quería que lo llamara.

-Cada vez que te dirijas a mi quiero que me mires a los ojos. Así sabré cuando mientes y cuando no.-

H. extrañado no lo miró cuando volvió a dirigirle la palabra.
-No funciona así.- su voz fue dura casi como si estuviera olvidando su rol.

Louis lo percibió inmediatamente.
-No olvides que hoy eres un sumiso H.-

-Todos tus sumisos te miran a los ojos?.- estaba siendo insolente y lo sabía.

-No H. ...-
Hizo silencio para después volver hablar.
-Serás el primero que lo haga.-

Probablemente el ojiverde estaba anhelando una respuesta como esa, porque inmediatamente levantó su cabeza mirando al hombre que estaba de pie a su lado.

Azul y verde se encontraron por primera vez en aquella habitación.
Alfa y omega se peleaban internamente por salir y acaparar toda la atención.
Amo y sumiso se debatían si aquel juego duraría tanto como estaba previsto.

-Lo haré, amo.- sus ojos esmeraldas solo hacían sentir al alfa de Louis más agobiado por aquella palabra.

-Bueno, pues ahora estoy enojado. Me vas a recompensar. Entendido?.-
Lo observó atentamente, H no movió ningún musculo después de haberle dicho "Si amo".

-Tu palabra de seguridad estando conmigo es rojo..- notó un claro gesto de molestia por aquello de parte del omega aunque no entendió claramente el motivo.

-Si estas por llegar a ese punto, debes decir amarillo. Como sabes me detendré inmediatamente. Entendido?.-

H volvió a responder "Si amo."
Y Louis se re planteaba cuánto más su alfa seguiría sin actuar como loco por ser llamado así.

-Quiero que te levantes y te sientes de rodillas en la cama con los brazos extendidos hacia arriba.-

Él lo hizo, se levantó tan perfectamente bien del piso, que Louis estaba agradecido por lo que sus ojos veían.
Al fin un sumiso que podía hacer su parte como debía hacerla.

H. se dirigió a la cama y se colocó como le habían pedido.
Estaba callado, no cuestionaba nada, no daba miradas preocupadas, no pedía que fueran delicados o suaves.
Sabía lo que estaban haciendo allí y lo ansiaba tanto como Louis.

-Voy a sujetar tus brazos arriba con las abrazaderas. Quedarás suspendido sobre la cama.- Louis le había hablado casi en un susurro inaudible.

Tomó sus manos y las levantó colocando las frías abrazaderas en sus muñecas, y el omega ni siquiera chisto al sentir el frío contra su piel caliente.

-Voy a castigarte duramente hoy, H., y quiero que lo disfrutes tanto como yo lo haré.- después de decirle aquello lamio su cuello hasta su lóbulo izquierdo y sintió como el rizado cambiaba su respiración pausada y dificultosamente.

The Boss and the AssistantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora