PRÓLOGO

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La sociedad se ha encargado de meternos en la cabeza que en la jerarquía siempre el alfa ira arriba, presumiendo sus atributos, desde la inteligencia, su fuerza, su voz, su porte, su altura, todo lo relacionado a ellos estaba bien.

En lo conyugal era lo mismo, que el alfa siempre tenía la razón más su pareja no, sea omega o beta el alfa siempre iba a tener el control sobre su persona, dejando como alguien incapaz de subsistir por su cuenta si no cuenta con un alfa.

Qué cagada más grande se inventaron los alfistas de épocas anteriores, ¿no lo creen?

El ultimo milenio vino con todo, revelación y revolución de las otras jerarquías ha logrado que se nos dé un lugar, pero que aún existen esos especímenes que no evolucionaran aunque se les ponga una pistola en la frente, que suerte que estos ya no estarán en la tierra en unos pocos años más.

Mi pensar era casi común en nuestro ahora; ¿el alfa puede tener muchas parejas? Las otras jerarquías también, ¿El alfa puede dirigir una empresa? Los demás también, no había límite alguno más que nuestra jerarquía.

Entonces porque debía dar mi brazo a torcer por un imbécil que piensa que por ser un omega macho voy a obedecer en sus propuestas indecentes, no soy un cualquiera, yo coquetee un poco porque me pareció guapo, pero no por ese detalle significa que lo invite a tener sexo conmigo.

Bendito idiota.

-Te dije que no - una patada fue soltada sin un ápice de compasión en las partes nobles del mismo alfa dejando que cayera al suelo quejándose del dólar - Un pequeño guiño nunca será un invitación imbécil, aprende eso que no seré el único que te dé una patada en los herederos la próxima vez - dejando unas palmadas nada gentiles en el rostro del hombre salió de ese baño de porquería.

La música resonante del lugar fue la invitación a seguir con su noche, un mal momento no iba a arruinar su noche, acercándose al barman pidió una cerveza, quería estar un poco cuerdo, tomando sorbos pequeños fue entrando en ambiente, dejando su sonrisa ladina a la vista en cuanto un chico de cabellos castaños se hizo señas para que bailara con él.

Como invitar a bailar a ese omega que parecía tener el ritmo en el cuerpo, un cuerpo de un bailarín si no se equivoca con su buen ojo.

Nuestro omega platinado no se quedó atrás y dejando su botella de aun lado del bar se fue con aquel alto chico, que según sus ojos parecía ser un alfa, uno que mostraba su sonrisa divertida y no como otros que en sus invitaciones dejaban ver sus intenciones.

-Hola - dijo en cunato llego al frente de él, sus caderas al ritmo de aquella música tan ajena a su idioma, pero de un ritmo tan bueno que dejaba salir sus mejores pasos.

-Hola bonito - dándole una sonrisa amigable siguió moviéndose en la pista.

Hoseok estaba sorprendido de los pasos que se gastaba el alfa, pies livianos y era fácil para ambos llevar un ritmo. Todo iba de maravilla y con cada canción que pasaba sus cuerpos fueron acercándose cada vez más.

Era solo un baile y nada más, y en estos lugares era un poco difícil que hubiera un segundo encuentro.

No haría mal dejarse llevar por la música, ¿No?

Cunado una nueva canción empezó en omega no desaprovecho el momento de dejar menos espacio entre sus cuerpos, sus respiraciones chocando, ojos con deseo, pero sin perder la línea de lo que hacen.

Boss down, Tatiana, hasta abajo, Tatiana
Tati', quiero verte

Afuera está de día-día (Pa' atrá', pa' atrá')
Y la disco prendía-ía, yeah (Pa' atrá')
Guayando decía-ía (Pa' atrá', pa' atrá')
Que amor no sentía

Cheeky Omega - JACKHOPE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora