Taemin sirvió la cena a ambos niños, sí, porque Jimin era un niño cuando estaba a lado de Taehyung, jugaba como uno y hacia pucheros como uno, era como otra persona diferente a la que se sentaba frente a la computadora con el rostro serio.
—Tu comida siempre es deliciosa— alagó el rubio dejando que Taehyung se sentará en sus piernas.
Taehyung empezó a cenar con sus manos y Taemin lo regaño y sermoneó acerca de la educación, mientras que Jimin con pucheros le llevaba la contraria.
Cuando por fin se quedó dormido Jimin lo cargo hasta su cuarto, su habitación estaba llena de juguetes de todos tipos y paredes azules simulando un océano, lo dejo en su cama en forma de coche de carreras y lo cubrió con las pequeñas sabanas.
—Buenas noches bebe.
Taehyung se removió entre las sabanas.
—Buenas noches papá, te amo.
Jimin sonrió y le dio un beso en la frente, las lágrimas empezaban a acumularse en sus ojos, amaba a ese niño como amaba a Jungkook, pero había tenido que renunciar a uno de los dos y aunque Taehyung le daba un poco de paz en sus días, las noches seguían siendo frías y solitarias.
Sintió unos brazos rodear su cuerpo y se dejó abrazar.
—Él definitivamente te adora, nunca lo había visto tan feliz y estoy seguro que lo será más si tú también lo eres.
—Gracias— le dijo sincero y correspondió a su abrazo.
—Por favor nunca abandones a Taehyung— le dijo a Jimin en un susurro —no sabríamos que hacer si ti.
Jimin palmeo su espalda y lo tomó por los hombros suavemente —Siempre voy a estar para él, nunca podría dejarlo.
Taemin asintió con una sonrisa.
—Lo lastimarías mucho si lo haces— le dijo casi como una advertencia, Jimin negó Taemin tenía razón y sólo se preocupaba por el bienestar de Taehyung.
Él era todo lo que importaba.
•••
Rodó por la cama, su cuerpo dolía más que nunca, estaba empezando a odiar su embarazo y así mismo por haber actuado tan estúpidamente.
Pero estaba dolido, habían lastimado su corazón, habían destabilizando su vida, él sólo era una víctima de las circunstancias. O eso se decía para darse ánimos.
Sobre todo, no podía demostrarle a Jimin que él había ganado aquella batalla invisible que Jungkook se había inventado.
Gimió de dolor y se obligó a levantarse para beber un poco de agua y tomarse algún calmante permitido para embarazos.
No podía dormir, no cuando lo único que hacía era soñar con Jimin.Soñaba cuando eran pequeños, cuando el menor tomaba su mano tímidamente y le pedía que lo siguiera, siempre jugaban y se metían en problemas.
Crecieron pensando que eran él uno para el otro.
Al menos Jungkook así lo creía. Pero Jimin lo había lastimado de la peor forma posible, Jimin lo había humillado, lo había hecho sentir como si valiera poco.
Lo odiaba por eso y a la vez lo amaba.
¿Cómo era posible tener esos dos sentimientos tan fuertes por la misma persona?
¿Cuál sentimiento le ganaba al otro?
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¡QUE GANE EL ODIO, NO TE MERECE!Gracias por leer galletitas.✨🍪
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Traición (Jikook)[Adap.]
RomanceJeon Jungkook vive en un cuento de hadas, con el esposo perfecto y la vida perfecta, pero todo se viene abajo y la realidad le da una cachetada para hacerlo poner los pies en la tierra; cuando, mientras celebraba el aniversario de una década de cas...