Omega

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Naruto lleva años escuchando los rumores, bastante escasos, pero los escucha. No son como los rumores sobre él en Konoha, estos son diferentes, están llenos de oscuridad y cierto misticismo. Son prácticamente leyendas, leyendas que se pasean desenfrenadas una tras otra por los pútridos callejones de las aldeas de mala muerte que visita junto a su maestro, Jiraiya.

La primera vez que los escucho fue durante su entrenamiento para los exámenes chunin. Visitaban una aldea pequeña y, al cruzar un callejón, lo escuchó. Dos hombres hablaban sobre eso, Jiraiya lo empujó para que siguiera sin poder escuchar la conversación. Asegurando que no era un tema para niños, aun así, la duda ya había sido puesta sobre su cabeza.

Posteriormente, cuando su entrenamiento fuera de Konoha se hizo permanente, los volvió a escuchar. Tenia catorce años y, no hacia mucho tiempo, se había presentado como un alfa domínate.

Se paseaba por la aldea de turno, donde su maestro hacia sus investigaciones, preguntándose sobre Sasuke y si ya se habría presentado. La respuesta era obvia, los Uchiha estuvieron llenos de alfas antes de desaparecer, Sasuke no sería la excepción. Y eso, por alguna retorcida razón, lo decepcionaba.

Había algo en su interior que deseaba fervientemente que el Uchiha fuera un omega, porque solo de esa manera podía ser solamente suyo. Por accidente, se interno en uno de los callejones mas olvidados de la aldea. No el que estaba detrás del bar en el que estaba su maestro, no el que estaba entre dos burdeles, sino el que estaba detrás de una vieja posada.

Esta vez, era un grupo grande el que hablaba entre susurros, había varios alfas de rango bajo y algunos betas reunidos. En ese momento tuvo distintos impulsos ante la situación; el primero fue darse la vuelta y hacer como si no hubiera visto nada, el segundo fue atacar y detener lo que sea que estuvieran haciendo, y el tercero, bueno, al final fue el elegido y se quedó a escuchar.

Jamás lo notaron, no notaron ni su firma de chakra ni el olor de sus feromonas. Cuando la conversación terminó, el grupo se fue y él también. Abrumado por lo que había escuchado, se fue a dormir sin esperar a su maestro y durante los siguientes días se mostró tan distraído que Jiraiya le dijo cuanto echaba de menos su bullicio.

No obstante, todo volvió a normalidad cuando se marcharon. No sin un interesante número de pergaminos que había logrado conseguir.

La situación se repitió lo suficiente como para que tuviera que cargar con un pergamino sellado a todas partes, lleno de otros libros y pergaminos sobre eso. E interesantes anécdotas de como los había conseguido, algunas que nadie creería.

Cuando volvieron a la aldea se dio cuenta de varias cosas.

La primera es que todos tenían mayor rango que él, aunque eso no seria así por mucho tiempo.

La segunda, sus genes alfa le daban algo especial que tenia a muchas chicas babeando. Exceptuando a la princesa Hyuga, quien ya estaba emparejada.

La tercera, era de los únicos alfas dominantes de su generación. Solo en igualdad de condiciones con Shikamaru y el prodigio Hyuga. Y, aun así, estaba seguro de que esos dos eran nada comparado con él.

Y, finalmente, la cuarta. Para todos seguía siendo un mocoso tonto, no importando cuan fuerte se hubiera hecho, simplemente lo veían demasiado lento como para hacer cualquier cosa. Aunque eso le daba una enorme ventaja.

Porque ni la Quinta, ni Sakura, ni Kakashi, ni Yamato se habían molestado en sacarlo de la oficina cuando comenzaron a hablar sobre eso asumiendo, automáticamente, que no entendería un carajo de lo que hablaban. Se habían equivocado tan miserablemente que si lo supieran se arrepentirán. Porque uno de ellos iba a pagarlo, y muy caro.

Omega |Narusasu||One-Shot||Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora