1. Eso es el amor, ¿verdad?

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Lo siento, no podría ser más perfecto. Me esforzaré más la próxima vez. Me aseguraré de que la cena esté en la mesa para cuando llegues a casa. Prometo que no volverá a suceder. Lo prometo, fue un error. Perdí la noción del tiempo.

Merezco mi castigo. Merezco todos los insultos. Merezco que me pinten la piel de negro y azul. Fui estúpido y no estaba pensando. Trabajas tan duro todo el día solo para que yo te defraude cuando llegas a casa. No te mereces eso cuando todo lo que haces es cuidar de mí. Castígame como crees que merezco. No tienes que preocuparte de que la gente vea los moretones. Solo les diré que soy torpe como siempre.

Por favor, no me dejes. Eres la única persona que me queda en mi vida. Yo tampoco me quejo. Sé que solo querías lo mejor para mí cuando nos hiciste mudarnos y cambiar nuestros números de teléfono. Estaba de acuerdo con eso porque estaban tratando de separarnos. Pensaron que estabas equivocado para mí pero no sabían nada. No entendieron nuestro amor. No pudieron ver cuánto me amas y cuánto te necesito.

Eso es todo lo que quieres que diga, ¿verdad?

Eso es amor, ¿verdad? Me amas, ¿verdad?

A veces pienso en los viejos tiempos cuando nos conocimos. Eras el deportista popular con chicos y chicas babeando por ti. Me sentí honrado cuando me escogiste para estar contigo. Tuve tanta suerte de haber llamado tu atención. Podrías haber elegido a cualquiera en toda la escuela, pero por alguna extraña razón era a mí a quien querías.

Recuerdo todas las conversaciones inútiles que tuvimos. Me hiciste reír como ningún otro. No podía dejar de sonreír a tu alrededor. Incluso cuando no estabas cerca, el solo pensamiento de ti haría florecer una sonrisa en mi rostro. Estaba feliz contigo.

Me hiciste sentir seguro contigo. Como si me protegieras de todos los peligros del mundo. Confié en ti incluso cuando todos me dijeron que había algo raro en ti. Me dijeron que no eras bueno para mí. Cuando te dije esto, te aseguraste de hacerme saber que solo estaban celosos de lo que teníamos. Por supuesto que sí. ¿Quién no te querría? Tuve suerte de tenerte. Todos mis amigos te querían. Sí, sí, eso es todo. Por eso nunca les agradaste. Mis padres son viejos y no entienden cómo son las relaciones hoy en día. Sí, debe ser por eso que nunca te aprueban.

Recuerdo la primera vez que me pusiste las manos encima. Habían pasado seis meses de nuestra relación. Todo iba muy bien hasta ese momento.

Durante una de nuestras citas, un camarero había intentado coquetear conmigo. Yo no le devolví el coqueteo. Ni una sola vez dije ni hice nada para corresponder a sus avances. Solo estaba tratando de ser cortés cuando le sonreí, pero tú no lo veías de esa manera.

Me pareció extraño cómo de repente te volviste loco. El viaje de regreso a tu casa fue un silencio absoluto. Ni siquiera me dejaste encender la radio. Recuerdo lo blancos que se te pusieron los nudillos por agarrarte con tanta fuerza al volante. Tenía miedo pero no dije nada. Todos estaban fuera de la casa para que pudieras ser tan ruidoso como quisieras. Gritaste en mi cara sin importar que me estuvieras haciendo llorar. Me llamaste tramposo y puta. Me preguntaste si me lo estaba follando a tus espaldas. Yo no lo estaba. Ni siquiera conocía al chico.

A pesar de que estaba llorando, te grité. Te dije que estabas siendo dramático. Traté de explicarle que nunca coqueteé con el camarero, que tú eras el único que quería.

Me dijiste que no te gritara nunca más. Yo, por supuesto, volví a gritar preguntando por qué no se me permitía hacerlo cuando tú gritabas aún más fuerte que yo. Fue entonces cuando sucedió. Levantó el puño y me golpeó directamente en la boca, un sabor metálico llenó mi boca. Estaba sangrando. Pero eso no había sido suficiente para ti. Golpeaste por segunda vez esta vez golpeándome la nariz. Fue como una fuente de sangre. Había temido que la hubieras roto, dolía como lo habías hecho.

Me alejé de ti llorando y sosteniendo mi boca. Me dijiste que no lo decías en serio. Que fue un accidente. Intenté alejarme de ti pero solo me seguiste y me abrazaste. Callaste mis llantos y me dijiste que lo lamentabas. Mintió que nunca volvería a suceder. Y te creí. Te creí porque te amaba.

Porque eso es el amor. ¿Verdad?

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Jimin se sentó aturdido en la encimera del baño. Su mirada se centró en la pared sin mirar al hombre que le limpiaba la cara ensangrentada. "Todo limpio." Susurró besando el cuello del hombre. Jimin se estremeció al sentir los labios viajar hacia abajo.

"Estoy cansado." Su voz era ronca por los gritos. Su garganta estaba irritada y dolorida. Todo su rostro estaba dolorido. El hombre ignoró su declaración mientras continuaba besando su cuerpo. Jimin no trató de protestar ni consintió con lo que estaba sucediendo. Se quedó callado. Ni un solo sonido salió de su boca mientras permitía que el hombre usara su cuerpo para su placer. Solo lágrimas silenciosas dejaron sus ojos, miraba hacia el techo mientras el hombre encima de él hacía lo que quería hasta que finalmente estuvo satisfecho.

"Te amo Jimin." Susurró acercando al chico a él. El macho magullado no respondió. "Dije que te amo." Gruñó, su agarre se apretó dolorosamente. Jimin siseó ante la presión que se le aplicaba en la caja torácica y se lastimarían a la mañana siguiente.

"Yo también te amo Taemin." Coloca su mano sobre el hombre en una súplica silenciosa para que afloje su agarre, pero en todo caso apretó.

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Historia original __QueenJC__
Traducción al español MochiKim04

Dijiste que me amabas || Yoonmin [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora