Dijiste que me amabas || Yoonmin [Traducción]

2. Envuelto alrededor de tu dedo

Después de esa noche con el camarero, las cosas solo empeoraron, aunque en ese momento no me di cuenta. Te volviste tan posesivo conmigo. Ni siquiera querías que saliera con mi mejor amigo, pero estaba bien. Tengo que pasar más tiempo contigo.

Fuiste tan dulce conmigo cuando estabas tratando de compensar el daño que me hiciste. Durante una semana después del incidente, hacías pequeños gestos como traerme el almuerzo a la escuela o comprar mis flores y ositos de peluche. Era como si ambos hubiéramos entrado nuevamente en la etapa de luna de miel de nuestra relación.

La segunda vez que me pegaste fue tres meses después de la primera. Fue porque olvidé enviarte un mensaje de texto que llegaría un poco tarde a nuestra cita. Pensaste que era porque estaba con otra persona, pero en realidad fue porque estaba terminando un proyecto que tenía que entregar al día siguiente. Me pegaste por 'hacer trampa'. Me besaste como disculpa prometiéndome que sería la última vez que pasaría y te creí.

Fui tan estúpido al creerte. Fuiste dulce conmigo después, pero luego volvería a suceder. Fue un ciclo sin fin.

Traté de terminar con las cosas, pero solo me arrastrabas de regreso con promesas vacías de cambio. Después de la graduación dijiste que querías que nos mudáramos juntos. Sería nuestro nuevo comienzo. Estaríamos lejos de todo el drama y la gente celosa. Sonaba genial. Seríamos tú y yo. ¿Qué no me encantaba de la idea de vivir contigo?

Ese fue el comienzo de mi pérdida de todos en mi vida. Perdí el contacto con mis amigos y familiares cuando mi teléfono se rompió por "accidente". Me compraste uno nuevo con un número nuevo. Para entonces nos habíamos mudado a cientos de millas de distancia y no pude recuperar los números. Regresé a visitar a mi familia solo para descubrir que se habían mudado de casa por alguna razón desconocida.

La violencia empeoró. Los períodos de bondad comenzaron a acortarse hasta el punto en que me lastimabas, pedías perdón y volvías a abusar de mí.

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"¡Maldita sea inútil!" Jimin asintió en silencio mientras enfocaba su atención en los platos frente a él. Le temblaban las manos, arriesgándose a que el plato con jabón se le cayera de las manos. "¡Trabajo todo el día! Ni siquiera puedo volver a casa y encontrarla limpia. ¡Inútil! ¿Por qué te elegí?"

"Lo siento, bebé. Lo estoy haciendo ahora. No te preocupes por la cena tampoco. Yo lo haré. Solo siéntate y relájate." Respondió Jimin. Contuvo las lágrimas. No quería que lo llamaran inútil por no ser capaz de ser hombre y manejar sus palabras. Después de todo, tenía razón. Jimin había estado en casa todo el día y no había limpiado ni una sola cosa. Se merecía este trato.

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Empecé a creer cada palabra que me dijiste. Todo. Me golpeaste para darme una lección. No aprendería de otra manera. Me pegaste porque me amabas y querías lo mejor para mí. Para mí, el dolor significaba amor. Fue como si me hubieran lavado el cerebro.

Cuando las cosas se pusieron realmente mal, pensé en todas las fechas a las que solíamos ir. Cuando todavía estábamos en la escuela secundaria. Recuerdo que me trajiste con todos tus amigos y dijiste con orgullo que yo era tuyo. En un momento pensé que era dulce. Pensé que era un privilegio pero con el paso de los años comencé a sentirme como un objeto. Pero estaba bien porque eso significaba que te pertenecía. Yo era tuyo y solo tuyo.

Pero no eras solo mío. Recuerdo cuando empezaste a dedicar más horas al trabajo. Nunca me había preguntado por qué llegabas tarde a casa. Yo confiaba en ti. ¿Por qué mentirías sobre trabajar horas extras? Simplemente no tenía sentido para mí.

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"¿Qué diablos es esto?" Preguntó Jimin arrojándole la camisa manchada de lápiz labial a su novio. Taemin lo atrapó mirándolo sin comprender. "¡Explica! ¿Por qué diablos hay lápiz labial en tu camisa? ¿Qué has estado haciendo realmente cuando dices que estás haciendo con el tiempo?" Jimin no gritaba a menudo. Siempre tuvo miedo, pero esta vez no pudo contenerse.

Taemin se burló levantándose de su posición en el sofá. "Dando una prueba de tu propia medicina." El más joven lo miró estupefacto.

"Mi propia-" Jadeó y sus ojos se llenaron de lágrimas. Apretó el puño y clavó las uñas en las palmas de las manos. "¿Bromeas verdad?" Él rió sin humor. "¡Taemin, no puedes hablar en serio!" Jimin se estaba poniendo más nervioso a medida que pasaban los minutos. "¡Nunca te he engañado! Esto es una mierda-" fue interrumpido por una fuerte bofetada que tiró al suelo.

"Dejé que se deslizara al principio, pero dejé de maldecirme. No es atractivo." Dijo Taemin mientras se paraba sobre el cuerpo del hombre. "Sé que eres una putilla sucia. Solo te estoy mostrando mi perspectiva." Él se burló. Observó a su acobardado novio sostener su mejilla donde su mano había hecho contacto. Ya era de un rojo fuego brillante. Las lágrimas corrían por su rostro haciendo que Taemin se sintiera enfermo.

"No quiero estar más contigo."

Taemin sonrió. "¿A dónde vas a ir? Nadie te quiere. No tienes amigos. Tu familia ni siquiera te quiere cerca."

"¡Eso no es cierto! ¡Mi familia me ama!"

"Si eso fuera cierto, ¿por qué no han venido a visitarte? Se mudan de casa justo cuando nos mudamos para asegurarse de que no puedas volver arrastrándote hasta ellos. Soy el único que te queda. Sé un poco más agradecido. Deja de ser tan patético." Taemin salió de la habitación sin pensarlo dos veces.

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¿Por qué seguí quedándome contigo? Ni siquiera estoy completamente seguro de la respuesta a eso. Quizás fue el hecho de que eras la única persona que me quedaba en mi vida. O tal vez fue porque realmente creí en lo que dijiste. Pensaste que estaba engañando, era justo que tuvieras que hacer lo mismo. Posiblemente podría haber sido el hecho de que estaría completamente perdido sin ti.

Me tenías envuelto alrededor de tu dedo. Estaba masilla en tus manos y te aseguraste de moldearme exactamente como querías. Me instalaste el miedo. Me hiciste sentir inseguro y no deseado por todos menos por ti.

Felicitaciones, funcionó. Funcionó durante años. Dijiste que me amabas. Lo creí sin la más mínima duda.

Hasta que lo conocí.